San Simón Stock, por María García de Fleury
María García de Fleury
Simón nació en 1.165 en el castillo de Hartford, condado de Kent, en Inglaterra. Antes de nacer, su mamá lo consagró a la Santísima Virgen y en reconocimiento por el feliz parto y para pedir especial protección, la joven mamá, antes de amamantarlo, lo ofrecía a la Madre de Dios rezando de rodillas a un ave María. Lo reconocían como un niño precoz y eso hizo que su hermano mayor lo persiguiera por envidia. Por eso se sintió inspirado a abandonar el mundo y a los 12 años se fue a vivir en el bosque.
Un enorme roble, con una cavidad suficientemente amplía como para colocar una cruz, una imagen de Nuestra Señora y recostarse, le sirvió tanto de oratorio como de habitación. Allí se dedicó a la contemplación y a la oración durante 20 años. Nuestra Señora le reveló entonces su deseo que se uniera a unos grupos de monjes que iban a llegar a Inglaterra y venían del Monte Carmelo en Palestina y le dijo que era sobre todo porque aquellos religiosos estaban consagrados de un modo especial a la Madre de Dios.
A pesar del gran atractivo que tenía por la soledad, Simón regresó a su casa, regresó a la casa de sus padres y retomó el curso de sus estudios. Se graduó en teología, se ordenó sacerdote mientras esperaba la llegada de los monjes anunciados y en ese tiempo se dedicó a la predicación. Finalmente los frailes carmelitas llegaron en el año 1213 y el padre Simón se incorporó a la congregación.
A San Simón Stock se le atribuye el cambio de estructura de la orden de los carmelitas pasando de ser eremitas aislados del mundo a ser una congregación de sacerdotes mendicantes. En 1.247 fue elegido como el sexto general de los padres carmelitas. Lo conocían como el amado de la Virgen María a quien él le componía letras de canciones y poesía.
La difusión de los carmelitas por su parte no se quedó únicamente en Inglaterra sino que Simón fue fundando diferentes conventos en ciudades universitarias europeas como Oxford y Cambridge, las dos están en Inglaterra, Bologna en Italia o París en Francia. Fue estando en Cambridge y ya como general de los padres carmelitas cuando a Simón Stock se le apareció la Virgen del Carmen con el escapulario y le dijo que esto le daba paso al cielo a quien lo portara al morir.
El 16 de julio de 1.251, por eso ese es el día de la Virgen del Carmen, la Virgen le prometió a Simón que quien muriera con su escapulario jamás sufriría el fuego eterno del infierno. Simón tenía el don de lenguas y por su intercesión, la intercesión de Dios, realizó innumerables milagros. A pesar de ser muy mayor viajó por Europa erigiendo incontables monasterios y se le atribuye a la fundación de las cofradías del santo escapulario. Con 100 años de edad se dirigía a Tolosa en España para el capítulo general de la orden. Falleció el 16 de mayo de 1265. De su tumba salieron rayos de luz durante 15 días después de sepultado, exhalando una delicada fragancia. San Simón Stock con su gran amor a la virgen le dio honra y gloria a Dios y amigos con Dios siempre ganamos.
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