San Pedro y San Pablo, por María García de Fleury - 800Noticias
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El 29 de julio en el calendario cristiano, la fecha sirve para conmemorar el martirio de Simón Pedro y de Pablo de Tarzo, todos los apóstoles que acompañaron a Cristo en su misión evangelizadora y que fallecieron en Roma bajo el gobierno de Nerón. Según la tradición católica el 29 de junio se celebra el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias.

Son dos de los más grandes y reconocidos apóstoles que defendieron con su vida el evangelio. San Pedro fue el amigo frágil y apasionado de Jesús, fue el hombre elegido por Cristo para ser la roca de la iglesia. Jesús le dijo «tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia», con esta palabra Simón Pedro pasó a ser la roca de la iglesia y se comprometió a patentar el rebaño de Dios a pesar de sus debilidades humanas.

Luego de la resurrección y ascensión de Cristo, Pedro asumió con humildad ser cabeza de la iglesia, dirigió a los apóstoles y se encargó de que los discípulos mantuvieran viva la verdadera fe. Se trasladó de Jerusalén a Antioquía, fundó su comunidad cristiana, vivió en Roma y fue condenado a muerte en la cruz por su fe. Él dijo que no era digno de morir como su maestro y por eso lo crucificaron boca a bajo. Fue enterrado en la colina del Vaticano y la Basílica de San Pedro está construida sobre su tumba.

Por su parte, San Pablo fue el perseguidor de cristianos, era conocido como Saulo de Tarzo antes de su conversión; luego del encuentro con Cristo continuó hacia Damasco donde fue bautizado y recobró la vista. Es reconocido como el apóstol de los gentiles y pasó el resto de su vida predicando el evangelio sin descanso en todas las naciones del mundo mediterráneo.

Sintiendo cercana la muerte, Pablo le escribió a Timoteo «he luchado en noble combate, no es ciertamente la batalla de un caudillo, si no la de quien anuncia la palabra de Dios, fiel a Cristo y a su iglesia, porque se han entregado totalmente, por eso el señor le ha dado la corona de la gloria y lo ha puesto al igual que a Pedro como columna del ejercicio espiritual de la iglesia.

Al igual que San Pedro, San Pablo fue detenido y martirizado en la prisión Mamertina también llamada El Tullianum, ubicado en el foro romano en la antigua Roma.

San Pablo, como era ciudadano romano, tuvo una muerte más rápida y fue decapitado en el año 67, está enterrado en Roma, en la basílica de San pablo de Extramuros. San Pedro y San Pablo enseñan a vivir las virtudes cristianas, en modo particular la fe, la fe en Jesús como mesías hijo de Dios, que Pedro profesó primero y Pablo anunció a la gente. Los dos enseñan la caridad, mostrando que la única iglesia que Cristo fundó, está llamada a servir con un horizonte universal. Por todas estas razones, este día también se celebra el día del Papa.

Pedro y Pablo son los patrones principales de la iglesia de Roma, la tradición cristiana siempre los ha considerado inseparables, juntos representan todo el evangelio de Cristo. San Pedro y San Pablo conducen a todas las personas hacia Dios y amigos, con Dios ¡siempre ganamos!