San Junipero Serra , por María García de Fleury
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El primero de julio en Estados Unidos se conmemora a San Junipero Serra, un Franciscano que encabezó nueve misiones que se han convertido en grandes ciudades norteamericanas en lo que es hoy el estado de California. Nació el 24 de noviembre de 1713 en la isla de Mayorca, en la costa de España.
De joven Junipero ingresó en la orden de los frailes menores llamados Franciscanos, para estudiar el sacerdocio en el colegio de San Francisco, fue ordenado sacerdote a los 24 años y lo pusieron a enseñar filosofía, luego obtuvo el doctorado en teología y continuo enseñando.
El prestigio del que gozaba Fray Junipero tanto en los círculos académicos como predicador, le auguraron una carrera eclesiástica brillante; sin embargo, en 1749 el muy querido y respetado profesor, motivado por un gran celo evangelizador, se ofreció como voluntario para trabajar como misionero en el nuevo mundo, adoptando con entusiasmo un lema de toda su vida: «Siempre hacia delante, nunca hacia atrás».
Partió junto con 20 misioneros franciscanos hacia el virreinato de la nueva España, nombre coloquial que se le daba a México. Al desembarcar en Veracruz, Fray Junipero camino a 275 millas a pie hasta el santuario de la virgen de Guadalupe en la ciudad de México y durante los 35 años que siguieron hasta su muerte, Junipero Serra trabajo sin descanso en México y en lo que es ahora el estado de California.
Es interesante que poco después de su llegada a México Fray Junipero sufrió la picadura de un insecto que le produjo la hinchazón de un pie y una úlcera en la pierna de la que le resultó una cojera para el resto de su vida. Fray Junipero impulsó su labor misionera en el Colegio de Misioneros de San Fernando, luego recibió la aprobación del Virrey para iniciar una misión en Sierra Gorda, un territorio montañoso donde ya habían fracasado algunos franciscanos pero el permaneció 9 años.
Cuando en 1767 el rey Carlos III expulso a todos los miembros jesuitas de los dominios de la corona, fueron sustituidos por 16 misioneros de la orden de los franciscanos encabezados por Fray Junipero quienes llegaron a la sede de la misión de Nuestra Señora de Loreto, considerada como la madre de las misiones de la alta y la baja California. Los frailes con Fray Junipero a la cabeza siguieron explorando la alta California para llevar la luz del evangelio a la población indígena.
Los misioneros catequizaron a los indígenas, les enseñaban nociones de agricultura, ganadería y albañilería, les proporcionaban semillas y animales y les asesoraban en el trabajo de la tierra y sin duda el mensaje de Jesucristo ayudó a elevar la calidad de vida de las poblaciones originarias, por eso muchas de las misiones que San Junipero fundó se transformaron en urbes y con el paso de los siglos en algunas de las grandes ciudades norteamericanas de hoy. Junipero Serra aprendió el idioma Otomí, para servir mejor a la comunidad y fortalecer más su trabajo evangélico.
Es conocido como el apostol de California, falleció en la misión de San Carlos Borromeo en Monterrey California el 28 de agosto de 1784 y el 23 de septiembre del año 2015 el papa Francisco en el estado de Washington DC convirtió a Junipero Serra en el primer santo canonizado en suelo estadounidense, gracias a su celo por llevar la palabra de Dios a todas partes, porque él sabía que con Dios siempre ganamos.
