San Josemaria Escriva, por María García de Fleury
por: María García de Fleury
El pasado 26 de junio se celebró a Josemaria Escriva de Balaguer, quien nació en Huesca, España, el 9 de enero de 1902. Un sacerdote que ha dejado una huella muy profunda tanto en la sociedad del siglo XX como del XXI. Cuando tenía 13 años la familia se mudó a Logroño y allí fue cuando sitió el llamado de Dios de una forma muy peculiar.
Un día de diciembre Josemaría vió unas huellas en la nieve de los pies descalzos de un religioso, en ese momento pensó en Dios, pensó «¿cuál será el llamado que Dios quiere hacerme?, pero su intuición y a través de su vida de oración, pensó que era mucho más sencillo saber lo que Dios quería de él si se hacía sacerdote, entonces entró en el seminario de Logroño, y luego en el de Zaragoza, pero su padre le insistía «debes tener una carrera civil», así que estudió derecho y se graduó de abogado.
Se ordenó sacerdote el 28 de marzo de 1925 y su primer trabajo lo realizó en parroquias rurales y de ahí pasó a Zaragoza; luego fue a Madrid con permiso de su obispo para obtener el doctorado en derecho al mismo tiempo que trabajaba con los pobres en los barrios y enfermos de los hospitales, comenzó con el proceso de fundar lo que conocemos como el Opus Dei
En 1988 fundó el Opus Dei para hombres, luego el de mujeres, luego fundó una academia donde se daban clases de derecho y arquitectura y se organizaban charlas de formación cristiana para grupos de estudiantes universitarios. Elaboró lo que se conoce como El Plan de Vida para lograr la santificación personal en medio de la vida diaria; este plan incluye que todos los días la persona debe participar en misa, comulgar, rezar el Ángelus, el rosario, hacer una lectura espiritual, visitar el santísimo y alguna mortificación por amor a Dios. Todo esto lo explica en un libro muy claro publicado en 1934 llamado consideraciones espirituales que luego fue reeditado con el nombre de Camino.
Vivió la guerra civil española y al finalizar se regresó a Madrid y se dedicó a realizar ejercicios espirituales para laicos, sacerdotes y religiosos. En 1943, Josemaría Escriva encontró una solución jurídica para incluir en el Opus Dei a sacerdotes seculares y así fundar la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.
Josemaría siempre con afán de superación personal se instaló en Roma en 1946, estudió el doctorado de biología por la universidad lateranense, fundó la sección de supernumerarios para personas casadas y cooperadores y por su capacidad y dedicación fue nombrado consultor de dos congregaciones vaticanas. Fue miembro honorario de la pontificia Academia de Teología y prelado de honor de su santidad, por eso lo llamaban Monseñor.
Viajó por Europa, América del sur, América Central y España estableciendo y consolidando el Opus Dei.
San Josemaría decía que cada quien debía seguir el camino que Dios le había marcado con fidelidad y con amor aunque le costara, porque la felicidad en La Tierra de una persona se identifica con su fidelidad a la fe, que es tan importante, con su fidelidad ala pureza y en el camino que el señor le ha marcado.
Hablaba explícitamente del matrimonio y de la familia como un camino que conduce a Dios.
Con su salud débil, que lo acompañó durante muchos años falleció en Roma el 26 de junio de 1975. Enseño que en medio de nuestras actividades diarias podemos lograr la santidad si tenemos puesta nuestra mirada en Dios porque él sabía que con Dios ¡siempre ganamos!
