San José, un hombre especial, por María García de Fleury
Por María García de Fleury
El 19 de marzo se celebra la fiesta de San José, desde el siglo X esta fecha se ha observado como la fiesta que conmemora la vida de José como esposo de María y padre terrenal de Jesús; ninguna de las palabras de José están escritas en los Evangelios y se registró muy poco sobre su vida, su sí al plan de Dios es como un eco del Sí de María y de una importancia capital para todo el misterio de la encarnación de Dios. En José descubrimos al hombre justo, al hombre bueno que se deja conducir por la fuerza del Espíritu divino para cumplir la misión que Dios le había encomendado.
Los símbolos asociados con José incluyen la escuadra de carpintero y el lirio. La escuadra de carpintero simboliza tanto el oficio de José como el concepto de verdad, el lirio representa la pureza y el matrimonio célibe de José con la Virgen María. Aunque conocemos a José como un carpintero, él desciende del linaje real, del linaje del Rey David.
José siempre fue obediente a los Dios y eso lo vemos en el hecho de que obedeció la voz de Dios que le fue dada en los cuatro sueños registrados en las Escrituras. En su primer sueño a José se le dice no temas recibir en tu casa a María tu esposa, porque es por obra del Espíritu Santo que este niño ha sido concebido en ella; ella dará la luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.
En el segundo sueño a José se le dice levántate toma al niño y a su madre, huye a Egipto y quédate allí hasta que yo te lo diga, Herodes va a buscar al niño para destruirlo, matarlo. En su tercer sueño a José se le dice levántate toma al niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque los que buscaban la vida del niño están muertos. En su cuarto sueño a José si a la advierte que vaya Galilea en lugar de Judea. Cuando se lee sucesivamente estos sueños queda claro que San José estaba atento a la voz de Dios.
Amigos, todos tenemos sueños, pero los sueños de José eran diferentes, eran comunicaciones claras de Dios y requerían un destinatario dispuesto, José estaba abierto a la voz de Dios y escuchó con fe como ese receptor dispuesto con total determinación. Las órdenes que recibió José eran importantes y determinantes, su obediencia requirió que él fuera y su familia viajaran grandes distancias, establecieran residencia en tierras extrañas y lo hicieran todo con fe. José tomó en serio su vocación una y otra vez mostró su compromiso inquebrantable con su papel de guardián de su hijo legal Jesús y de su esposa María, pasó su vida manteniéndolos y ofreciéndoles un corazón de Padre.
Reflexionemos hoy sobre la vocación única de San José sobre los primeros años de su matrimonio, consideremos su compromiso paternal de cuidar, proveer y proteger a su hijo. todos estamos llamados a buscar a imitar las virtudes de San José protegiendo la presencia de Cristo en nuestros propios corazones, en los corazones de nuestros familiares y amigos y en el mundo en su conjunto, oremos a San José pidiéndole que nos ayude a seguir su ejemplo para que la presencia oculta de nuestro Señor en nuestras vidas crezca y llegue a plena maduración porque así viviremos de cerca con Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
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