San Isidoro de Sevilla, por María García de Fleury
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Isidoro nació en el año 550, su padre era un funcionario de origen rumano radicado en Cartagena que ante la ocupación bizantina en el año 554 huyó con su familia para instalarse en la ciudad de Sevilla, España. En el año 562 murieron los padres de Isidoro, por eso su hermano mayor, Leandro, se encargó del cuidado y la formación de sus hermanos decidiendo fundar dos monasterios, uno para hombre a cuyo frente se puso él mismo como aval y otro para mujeres en el que ingresaría su hermana Florentina.
Fundó además una escuela monacal donde se enseñaba el Trivium y Quadrivium y donde el joven Isidoro se formó.
Leandro fue nombrado consejero del rey y tenía que pasar mucho tiempo en Toledo, esto fue fundamental para Isidoro pues con su hermano lejos de Sevilla, pudo darse a conocer. Como abad del monasterio fundado por su hermano, Isidoro manifestó una profunda preocupación por la formación, la cultura y tuvo una intensa y destacada actividad intelectual; escribió el «ofisis eclesiastés» con el objeto de mejorar la formación de los clérigos, redactó también algunos libros de texto para los alumnos, organizó la educación y los planes de estudio de la escuela monacal, recopiló y copió textos y codicis de autores clásicos y cristianos; redactó una regla para su monasterio y la inspiró en los autores como San Benito, San Agustín, y San Cesáreo de Arlés.
El prestigio internacional y religioso que fue adquiriendo el ahora obispo Isidoro, le sirvió para equilibrar políticas de los monarcas incluyendo la de los reyes tan vinculados a su persona como el rey Sisebuto, del que rechazó sus métodos de conversión forzosa al cristianismo de la población judía del reino de Toledo porque decía que se obligaba a la fuerza a lo que se debió atraer por la razón de la fe.
Isidoro precedió el cuarto concilio de Toledo, del cual salieron leyes muy importantes para toda la iglesia de España y contribuyeron a mantener firme la religiosidad en el país. Isidoro fue el obispo más cálido en su tiempo en España, poseía la mejor biblioteca de narración, escribió varios libros que se hicieron famosos y fueron muy leídos por varios siglos, como por ejemplo la Etimologías, que se pueden llamar el primer diccionario que se hizo en Europa.
Además escribió La Historia de los Visigodos y biografías de hombres ilustres, posee numerosos trabajos históricos y litúrgicos, tratados de astronomía y geografía, diálogos, enciclopedias, textos teológicos y eclesiásticos, ensayos valorativos sobre el antiguo y el nuevo testamento y un diccionario de sinónimos. Fue arzobispo de Sevilla durante más de tres décadas.
San Isidoro es como un puente entre lo antiguo que se acaba y la edad media que se salva, su influencia fue muy grande en toda Europa y especialmente en España. Su ejemplo llevó a muchos a dedicar su tiempo libre al estudio y a las buenas lecturas, se preocupaba mucho porque el clero fuera muy bien instruido, y se esforzó porque cada diócesis tuviera un colegio para preparar a sus futuros sacerdotes, lo cual fue como una preparación a los seminarios y siglos más tarde se iban a fundar en todas partes.
Amigos, Isidoro lo llamaban de Sevilla porque vivía en la ciudad de Sevilla y estaba seguro de que con Dios ¡siempre ganamos!