Carlos Borromeo nació en el norte de Italia en el año 1.538 en una familia muy importante, estudio Derecho Civil y Derecho Canónico. Su tu tío, el papa Pío IV, lo llamó a Roma para ser secretario de Estado del Vaticano, pues siempre tenía una actitud clara y precisa y su actitud fue siempre firme, era muy constante en la ejecución de los proyectos.
Tuvo un papel importante en convencer al papá para que continuará el Concilio de Trento, que buscaba acabar con la corrupción de la iglesia del siglo XVI, que estaba asediada por el protestantismo. Hacia 1.563 Carlos Borromeo comenzó la supervisión de la escritura de un nuevo catecismo, reescribió los textos litúrgicos, la música y comenzó a aplicar la reforma clerical en Roma. Pío IV lo nombró arzobispo de Milán, la arquidiócesis más grande de Italia, allí encontró que tanto el clero como los fieles se habían desviado de las enseñanzas de la iglesia, el problema era que la ciudad no había tenido un obispo en los últimos 80 años.
Para comenzar a ser un buen ejemplo, monseñor Carlos Borromeo redujo al mínimo su personal doméstico, prohibió aceptar regalos y vendió algunas de sus propiedades para ayudar a alimentar a los pobres. Comenzó a predicar en iglesias y monasterios, corrigió a los laicos reduciendo la diversión del domingo y siguiendo a todos los maestros que deben profesar la fe.
Viajó por toda su gran diócesis y hasta los lugares más remotos visitando sus sacerdotes, no todos estuvieron siempre de acuerdo con que pusiera orden en la arquidiócesis y desafiaron las nuevas políticas, su vida corrió grave peligro cuando la orden religiosa de los illumiliati, que poseía muchos monasterios, tierras, y miembros corrompidos, intentaban desprestigiarlo frente al Papa. Al no conseguirlo, uno de ellos por 20 monedas le disparó cuando se encontraba orando en la capilla de su casa, pero la bala solo tocó la ropa.
Estaba muy interesado en la educación religiosa, estableció las Cofradía de la doctrina Cristiana para enseñar religión a los niños, la organización creció sorprendentemente y por su trabajo de formación de sacerdotes se le reconoce como el más activo e innovador del seminario católico.
Monseñor Carlos Borromeo en general mostraba su lado amable, por eso el pueblo lo amaba; durante una plaga en 1.576 permaneció en la ciudad al cuidado de los enfermos, ordenó que muchos de los adornos ostentosos de los iglesias se usaran para confeccionar ropa a los indigentes, durante una hambruna se endeudó para alimentar a más de 60.000 personas.
En tiempos mas ordinarios le gustaba recorrer la ciudad rezando con el pueblo, fundó hospitales, escuelas, orfanatos, fundó 740 escuelas de catecismo con 3.00 catequistas y 40.000 alumnos. Fundó además 6 seminarios para formar sacerdotes, fue un enérgico reformista que siempre interpretó de la forma más austera y estricta posible los decretos del concilio de Trento.
Carlos Borromeo fue un instrumento en la revitalización de la Iglesia durante la Contrarreforma, llegó a ser cardenal y patrono de los catequistas, murió en 1.584 a los 46 años de edad, cansado de sus trabajos pero confiado de que con Dios ¡siempre ganamos!
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