San Cosme y San Damián patronos de los médicos, por María García de Fluery
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Los santos Cosme y Damián nacieron en Arabia en el siglo tercero, eran hermanos gemelos y fueron educados por su mamá en la fe cristiana , vivieron en el tiempo del emperador Yuclesiano, estamos hablando de los años 284 al 305 y Yuclesiano fue uno de los mayores perseguidores que ha conocido la historia del cristianismo.
Cosme y Damián aprendieron medicina en Siria y trabajaron como médicos en Igea, Silicia que estaba bajo las órdenes estrictas de Yuclesiano. Allí Cosme y Damián aplicaron sus conocimientos médicos, tanto a personas como animales y con gran pericia curaban las enfermedades, muchas veces cuando todo le fallaba su fe en Dios y sus virtudes cristianas demostradas en su actual los ayudaba a continuar en sus deberes.
Esta forma de actuar atrajo a muchas personas que tenían deseos de curarse, fueran cristianas o no, de hecho, muchos de sus pacientes no creyentes se convirtieron a la fe cristiana después de su curación; además se hicieron celebres porque nunca pidieron un pago por su servicio, por eso en oriente se les llama a Cosme y a Damián «Los santos sin dinero».
Realizaban curaciones extraordinarias de enfermedades, así como cirugías muy exitosas incluyendo un milagroso trasplante de pierna.
Para Cosme y Damián, anunciar a Cristo era algo que comprometía la palabra y la acción, la oración y el servicio a los demás, siempre con el ánimo de curar los cuerpos y las almas. Los dos hermanos se ganaron siempre el cariño y el respeto de todos, su faja de hombre valeroso de insignes benefactores se difundió rápidamente por toda la región.
Siguiendo un edicto en contra de los cristianos decretado por Yuclesiano, el gobernador les dio la oportunidad a Cosme y a Damián de negar su fe o si no tendría que morir; Cosme y Damián dijeron «Jamás negaremos nuestra fe en Cristo porque en siempre hemos vivido y en cuyo nombre curamos», por eso fueron condenados a muerte.
Cuenta la tradición que fueron varios los intentos frustrados por quitarles la vida, se dice que primero se les intento ahogar arrojándolos al mar atados a unas pesadas rocas, pero sobrevivieron, luego entonces echaron al fuego y salieron ilesos, no se quemaron, después entonces fueron condenados a la lapidación pero las piedras se devolvían hacia quienes se las lanzaban y como esto tampoco funcionó les lanzaron flechas encendidas y estas se devolvían atacando a los verdugos; Finalmente terminaron siendo decapitados posiblemente al inicio del siglo cuarto.
Después de muerto cuenta también la tradición que se aparecían en sueños a los enfermos que imploraban su intercepción, obteniendo el alivio en el dolor o la curación requerida. Junto con san Lucas, san Cosme y san Damián son considerados patronos de los médicos, así como también patrono de los cirujanos, de los farmacéuticos y de los dentistas.
A lo largo de los siglos se le han dedicado muchas iglesias en el mundo, y se han creado cofradías para crear sus buenas obras y pedirle su intercepción. La iglesia recuerdo a los santos Cosme y Damián el 26 de septiembre, pues siempre quisieron ayudar a los demás en nombre de Dios, porque sabían que con Dios siempre ganamos.