San Alfonso Maria Ligorio, por María García de Fleury - 800Noticias
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San Alfonso Maria Ligorio nació en Nápoles, Italia el 27 de septiembre en 1696, tenía gran facilidad para los idiomas, las ciencia, el arte y la música. Era un niño muy adelantado, a los 13 años empezó a estudiar leyes y se doctoró en derecho civil, derecho canónico en la Universidad de Nápoles.

A los 19 años ya era un abogado, pero nunca perdió un caso hasta que después de 8 años como abogado defensor al terminar un caso, el abogado contrario le mostró un documento demostrandole que lo que él había apoyado sin saberlo era falso; Alfonso lo leyó y dijo «señores, me he equivocado» y salió de la sala pensando «mundo traidor ya te he conocido en adelante, no te serviré ni un minuto más».

Se dedicó a visitar enfermo y un día en un hospital de incurables sintió que Jesús le decía «Alfonso aparte del mundo, dedícate solo a servirme a mí»,  emocionado los respondió a Dios «señor, qué quieres que haga»; fue a la iglesia de Nuestra Señora de la Merced y ante el Sagrario dejó su espada e hizo voto de dejar el mundo. La tarea no fue fácil, tuvo que enfrentarse con gran lucha espiritual, se enfrentó también a su padre, a su familia, sus amigos, le insistió  a su papá que el único negocio que ahora le interesaba era el de salvar almas.

Por fin logró ordenarse sacerdote a los 30 años y se dedicó tanto a los vagos de los barrios de las afueras de Nápoles, cómo enseñarle catecismo a los niños y a la gente humilde. Otros sacerdotes se fueron acercando a él y junto con ellos el 9 de noviembre de 1752 fundó la Congregación del Santísimo Redentor: Los padres redentoristas.Su lema era el de Jesús «soy enviado para evangelizar a los pobres».

Con sus equipos de misioneros durante los siguientes 30 años, Alfonso recorrió campos, pueblos, ciudades, provincias permaneciendo en cada sitio diez o quince días predicando para que no quedará ningún grupo sin ser instruido o atendido espiritualmente, decía «el predicador siembra y el confesor recoge la cosecha».

Es famoso su libro sobre la Virgen María llamado las glorias de María, dónde recoge una profunda recopila la defensa Mariana juntos  a su opinión destacando dos grandes verdades: la Virgen María es Madre del Redentor y es madre de misericordia.

Este libro es una de las más excesas aportaciones Marianas jamás escritas, sus comentarios sobre la Salve Regina es una dulce explosión de amor que la muestra como madre y como reina. exaltando su condición de misericordiosa y esperanza nuestra.

San Alfonso María Ligorio es uno de los santos que mayor influencia tuvo en la devoción a la Santísima Virgen y lo sigue teniendo. A los 66 años el Papa lo nombró obispo, visitaba cada dos años los pueblos, en cada pueblo hacia predicar misiones y el mismo predicaba el sermón sobre la Virgen.

Sus últimos años estuvieron llenos de sufrimiento y enfermedades dolorosas, Alfonso soporto pacientemente todos estos males, rezando siempre por la conversión de los pecadores y por su propia santidad, decía «oremos el  rosario porque de él depende nuestra salvación y la salvación del mundo», le encantaba que le leyeran vidas de santos ya estaba muy viejito y casi ciego; Dios le concedió morir a la hora del Ángelus el 1° de agosto de 1787 a los 90 años, sin duda su obra fue de Dios y amigos con Dios siempre ganamos.