San Agustín de Canterbury, un ejemplo de evangelizador - 800Noticias
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Religión

Por: María García de Fleury

En nuestra época actual donde son necesarios muchos evangelizadores para que lleven a las personas por el camino de la verdad, el ejemplo de San Agustín de Canterbury es muy edificante; lo consideran el más grande evangelizador de Inglaterra, Agustín entró en la orden de los benedictinos y llegó a ser superior del Convento Benedictino de Roma.

Viendo sus cualidades personales, el Papa Gregorio Magno, le pidió que fuera con algunos de sus frailes a evangelizar en Inglaterra, que era tierra pagana. Agustín, que no se acobardaba ante ninguna dificultad buscó embarcar con 39 monjes para ir a convertir a los paganos, pero cuando llegaron a la embarcación para irse a Inglaterra, les comenzaron a contar terribles barbaridades acerca de los habitantes de esa isla, los frailes sintieron mucho miedo y le pidieron a fray Agustín que hablara con el Papa sobre lo peligrosa que era esa misión evangelizadora.

El Papa animó de tal manera a Agustín que le dijo: «No tengas miedo, esta es una empresa de Dios, Dios los va a cuidar». El rey de Inglaterra se llamaba Ethelberto y su esposa se llamaba Berta, era una mujer muy santa. Al llegar a Inglaterra el primer regalo que recibieron Agustín y sus frailes fue obtener la buena voluntad del rey, en ese momento comprendieron que cuando las empresas son de Dios y uno pone toda su confianza en él, Dios los protege.

El rey les pidió que le enseñaran la religión y estaba tan contento que se hizo bautizar, les regaló un palacio para que les sirviera de convento y un templo en Canterbury para que enseñaran, por cierto, en ese templo está actualmente la famosa Catedral de Canterbury. El Rey le dio libertad a todos para que escogieran la libertad que quisieran, pero los animaba a ser católicos y a bautizarse. Tanto gustaron las enseñanzas acerca de Jesucristo que en la navidad diez mil ingleses se bautizaron, empezando por los que ocupaban los cargos más altos del gobierno.

Agustín, entusiasmado, envió a dos monjes a Roma a contarle al Papa lo que estaba sucediendo, el Papa le dio a Agustín el nombramiento de Arzobispo jefe de toda la iglesia católica de Inglaterra, le envió más misioneros además de cálices, libros para la liturgia, imágenes religiosas y sabiendo que Agustín era un sacerdote obediente le envió varias recomendaciones.

Primero le dijo: «No destruyan los templos de los paganos, conviértanlos más bien en templos cristianos, segundo, no acaben con todas las fiestas de los paganos, más bien conviértanlas en fiestas cristianas, por ejemplo, si ellos celebran las fiestas de sus ídolos con grandes banquetes en los cuales participan todos pues hagan esos banquetes pero en honor a los mártires y a los santos. Tercero, dividan el país en tres diócesis, Canterbury , Londres y York».

Agustín cumplió todas las recomendaciones del Papa y obtuvo muy buenos resultados, cuando asistía a las reuniones Agustín sobresalía por su gran estatura y por su presencia muy venerable que infundía respeto y admiración. A pesar de realiza milagros se mantuvo como un hombre humilde, dependiente de Dios.

Agustín de Canterbury murió santamente el 26 de mayo del año 605, desde entonces ha gozado de gran fama de santidad en Inglaterra y en muchas partes más porque vivió sabiendo lo importante que es cumplir con la voluntad de Dios y su misión, porque con Dios ¡siempre ganamos!

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