Rugby quiere despejar las dudas sobre dopaje
Lausana, Suiza | AFP | Acusaciones sobre un presunto dopaje de la selección francesa en los ochenta o dudas sobre los problemas neurológicos de los sudafricanos campeones del mundo en 1995: el rugby, deporte de riesgo, no escapa a las sospechas y ha fijado la lucha antidopaje como prioridad.
«Aunque estamos convencidos de que no existe una cultura de dopaje sistemático en el rugby, hay que mostrarse intransigente y la World Rugby actúa según un principio de tolerancia cero», subraya Bernard Lapasset, el presidente francés de la World Rugby, que confió a la Agencia Antidopaje Britanica, la UK Anti-Doping (UKAD), la responsabilidad de liderar la lucha durante el Mundial de Inglaterra, que se inaugura el viernes 18.
La UKAD, que no desea revelar ni el número ni la frecuencia de sus controles, procederá a análisis de orina y de sangre fuera y dentro de la competición. Las muestras serán enviadas para su análisis en el laboratorio de King’s College, en Londres. Como en los anteriores Mundiales, los de 2007 y 2011, se conservarán de siete a ocho años para eventuales reanálisis.
Los equipos participantes en el Mundial llevan ya tiempo siendo controlados. La selección francesa, por ejemplo, se ha sometido a tres oleada de controles durante su preparación para el torneo, la última el 12 de agosto, cuando diez jugadores fueron despertados a las 7h00 de la mañana por representantes de la Agencia Francesa Antidopaje (AFLD), enviados por la World Rugby.