Rousseff y Lula no irán a la inauguración olímpica y dejan «huérfanos» los Juegos
Redacción 800 Noticias / con información de agencia EFE
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones por un juicio de destitución, así como su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, han declinado la invitación a participar en la apertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El anuncio lo han hecho las oficinas de prensa de ambos, que dejan «huérfana» la inauguración de los Juegos, al menos según una interpretación de Rousseff en torno a la «maternidad» y «paternidad» de la gran cita deportiva del planeta en Río de Janeiro.
«Me siento madre de estos Juegos», declaró Rousseff en una reciente entrevista, en la que apuntó que Lula, su padrino político y promotor de la candidatura de Río, «es el padre» del torneo olímpico.
Ambos fueron invitados por el Comité Olímpico Internacional (COI) a participar en la apertura del evento el 5 de agosto en el estadio Maracaná, a la que el presidente interino, Michel Temer, acudirá en representación del Gobierno brasileño.
Temer sustituye a Rousseff desde el pasado 12 de mayo, cuando se instauró el juicio político que la suspendió de sus funciones, y está enemistado con la gobernante procesada y con Lula, que le acusan de haber orquestado «un golpe» y una «ruptura democrática».
Fuentes del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen Rousseff y Lula, explicaron hoy a Efe que la decisión de ambos de no estar presentes en la inauguración de la cita olímpica responde, entre otras razones, a que «no hay clima político» para ello.
Previamente lo había adelantado de alguna manera la propia Rousseff en una entrevista que concedió este fin de semana, en la que dijo que no participaría en ese evento «en una posición secundaria», en franca alusión a que el Gobierno será representado por Temer.
En esas declaraciones, difundidas por Radio France Internacionale, Rousseff insistió en que la celebración de los Juegos Olímpicos de Río «fue fruto del gran trabajo» de Lula y en que «todos los preparativos» estuvieron a cargo de su Gobierno.
Rousseff ratificó esa posición hoy, en un mensaje transmitido a través de las redes sociales. «Participé desde el inicio para traer los Juegos Olímpicos a Brasil. No voy a participar como espectadora de un acto del cual fui protagonista», dijo.