En la época de Jesús habían muchas opiniones sobre lo que le sucede a la gente cuando muere, pero ninguna de esas opiniones conocidas fueron utilizada por los escritores de los evangelios, aunque casi todos eran judíos.
Los evangelistas dijeron que ese Jesús que ellos conocían era de Nazareth. Lo habían tocado, escuchado, habían comido con él, era su amigo y ahora había sido brutalmente ejecutado. Los Romanos eran muy buenos dando muerte a la gente.
Este Jesús al que juzgaron, le dieron muerte y sus amigos lo sepultaron, volvió a vivir por el poder de Dios. Es es el mensaje de la resurrección, esto es todo lo que le da el verbo y la energía al Nuevo Testamento.
Los escritores del Nuevo Testamento no estaban hablando generalidades, ni dando lecciones espirituales ni dichos simbólicos, no, estaban hablando de quien cambió todo y querían que todo el mundo lo supiera. Esa es la novedad y el carácter distintivo de la resurrección.
