Renuncian los portavoces del Vaticano
EFE
El portavoz del papa Francisco, el estadounidense Greg Burke, y su viceportavoz, la española Paloma García Ovejero, dimitieron hoy de sus cargos, en un momento de cambios en el sistema de comunicación de la Santa Sede.
El pontífice ha aceptado la renuncia de estos dos periodistas a quienes encargó en julio de 2016 la importante tarea de dirigir la Sala de Prensa del Vaticano, como director y subdirectora.
En su lugar, según un comunicado, el papa designó «ad interim», provisionalmente, a Alessandro Gisotti, de 44 años y hasta ahora coordinador de los medios sociales en el Dicasterio para la Comunicación.
En el breve texto difundido por la Santa Sede no se especifica la razón de esta dimisión, efectiva a partir de mañana, pero se produce en un momento de cambios en la red comunicativa del Vaticano.
El prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, nombrado el pasado julio, apreció en una nota la profesionalidad de los portavoces y aseguró que su dimisión responde a «una autónoma y libre elección».
En este sentido subrayó que fueron los primeros portavoces tras el inicio de la reforma del sistema de la comunicación de la Santa Sede y agradeció su «significativo compromiso al camino de reforma», al tiempo que apostó por un «rápido cambio de testigo».
Ruffini apuntó que el 2019 será un año «denso» que requiere «un máximo esfuerzo de comunicación», dada la importancia de algunas de las citas y actos del pontífice.
En 2019, el papa viajará a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, Emiratos Árabes Unidos, Bulgaria, Macedonia y Marruecos; ha convocado un Sínodo sobre la Amazonía y en febrero mantendrá un encuentro con los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo para hablar sobre prevención de abusos, entre otros numerosos actos y eventos.
Gisotti se sumó a los agradecimientos a Burke y García Ovejero, con quienes mantiene, dijo, «una relación de estima y amistad» y declaró que este es «un momento delicado» para la comunicación vaticana.
La periodista española fue la primera mujer en acceder al puesto de subdirectora de la Sala de Prensa de la Santa Sede, después de ejercer como corresponsal de la emisora COPE (propiedad de la Conferencia Episcopal Española) en Italia y el Vaticano.
Burke por su parte se licenció en 1983 en Ciencias Comparadas en la neoyorquina Universidad de Columbia, especializándose después en periodismo y en aquellos años se integró como miembro numerario del Opus Dei.
Trabajó en la agencia United Press International de Chicago, para la agencia Reuters y para el semanario Metropolitan, hasta que fue enviado a Roma como corresponsal de la revista National Catholic Register.
En 1990 comenzó a colaborar con la revista Time y a partir de 2001 inició a trabajar como corresponsal en Roma para Fox News.
En 2012 fue convocado por la Secretaría de Estado vaticano, en la sección de Asuntos Generales, como asesor para la comunicación y desde diciembre de 2015 fue subdirector de la Sala de Prensa.
Burke publicó un tuit en el que explicaba que la dimisión será efectiva a partir del 1 de enero: «En este tiempo de transición en la comunicación del Vaticano, creemos que es mejor que el Santo Padre sea completamente libre de elegir un nuevo equipo», dijo.
Aseguró que «la experiencia ha sido fascinante» y, en español, la lengua materna del papa argentino, mandó un «abrazo muy fuerte» al pontífice, con el que aparece en una foto durante una de las ruedas de prensa a bordo del avión papal.
García Ovejero escribió por su parte en Twitter: «Termina una etapa. ¡Gracias, Santo Padre, por estos dos años y medio! Gracias, Greg, por tu confianza, tu paciencia y tu ejemplo».
En los últimos tiempos mucho se ha movido en la amplia red comunicativa de la Santa Sede, a la que el pontífice concede una gran importancia, como demostró en 2015 con la institución de la Secretaría para la Comunicación, ahora dicasterio (ministerio).
En este año el papa puso al frente de este dicasterio al primer laico, el periodista Ruffini, renovó la dirección del periódico «L’Osservatore Romano» después de once años, regido ahora por el profesor de religión y escritor italiano Andrea Monda, y se ha modernizado el portal de noticias en internet.
Y el pasado 18 de diciembre puso a otro periodista italiano, Andrea Tornielli, al cargo de la dirección editorial del Dicasterio para la Comunicación, un cargo creado durante la reforma comunicativa pero que había quedado vacante hasta la fecha.