Relación entre una dieta sana y el cuidado de la piel
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¿Qué tanta relación guardan el llevar una dieta sana y el cuidado de la piel? En primer lugar, la piel recubre todo el cuerpo y es nuestra principal carta de presentación. Por ende, el cuidado de la piel tiene implicaciones tanto de carácter estético como en nuestra salud.
Ahora bien, la salud de la piel depende en mayor medida de lo que comemos, puesto que todo lo que ingerimos tiene un reflejo en ella. A pesar de que muchos se desviven por cuidarla usando cremas y lociones.
De allí que una dieta saludable no sea necesaria solamente para nuestra salud interna sino también para nuestra imagen. Por eso, te hablaremos detalladamente de la relación entre la alimentación y la salud de la piel.
La dieta y la piel
La dieta diaria influye en todos y cada uno de los órganos, incluso en la piel. Ella no solo recubre y protege los tejidos, sino que puede darnos señales de distintas alteraciones que puedan estar presentándose en el organismo.
La piel absorbe nutrientes gracias al torrente sanguíneo, y como se trata de un tejido con gran capacidad y necesidad de regeneración constante, requiere una gran cantidad de estos elementos. El organismo no produce naturalmente muchos de ellos, por lo que debemos aportarlos con la alimentación.
Para su regeneración, la piel requiere macronutrientes (proteínas y ácidos grasos insaturados) y micronutrientes (como las vitaminas A, C y D). Además, necesita el agua.
Entonces, como se puede ver una dieta sana y el cuidado de la piel van estrechamente de la mano. Es vital entender esto y aplicarlo en nuestra vida diaria.
Funciones de la piel
La piel se encarga de la eliminación de toxinas y desechos corporales. Así, si estamos ingiriendo una dieta que aporta gran cantidad de toxinas la piel lo reflejará. ¿De qué manera? Con la aparición de granos, manchas, etcétera.
Por lo tanto, se trata de una cadena en la que no puede fallar ningún eslabón; una dieta sana conlleva al buen cuidado de la piel.
Por su parte, la piel también es garante de la temperatura corporal, ya que activa ciertos mecanismos para mantenernos internamente en una temperatura estable. Por ejemplo, a través de la sudoración y con la llamada piel de gallina.
Ahora vamos a explicarte el papel que desempeña cada tipo de nutriente sobre el cuidado de la piel.
Nutrientes y el cuidado de la piel
Proteínas
Dado que la piel debe regenerarse constantemente, requiere de un alto aporte en proteínas, ya que estos nutrientes son los capacitados para la renovación y fortalecimiento de los tejidos corporales.
Cuando tenemos una deficiencia proteica, la piel comienza a mostrarlo; se produce un envejecimiento cutáneo además de una alta fragilidad. De allí la importancia para el cuidado de la piel de consumir una dieta rica en proteínas de alta calidad.
Debemos primar el consumo de carnes magras, huevos y productos lácteos. De esta forma lograremos una correcta renovación celular.
Grasas insaturadas
Los ácidos grasos insaturados son vitales para mantener la estructura celular de la piel, así como para garantizar la correcta hidratación cutánea.
El aceite de oliva, los aguacates y, en general, los alimentos ricos en omega 6 aportan los beneficios necesarios para mantener la piel en un estado saludable.
Vitaminas
El cuerpo necesita que le aportemos antioxidantes y vitaminas A, B, C y D. Cada grupo vitamínico cumple ciertas funciones específicas para mantener un buen cuidado de la piel.
- La vitamina A se encarga de resguardar las mucosas de la piel, con lo que evita las grietas. Esta función es de vital importancia, y no solo por razones estéticas. La espesura de la piel debe ser compacta para evitar el ingreso de microorganismos perjudiciales para la salud a través de la vía cutánea.
- La vitamina C garantiza la síntesis del colágeno, sustancia involucrada en la elasticidad de la piel. Cuando la síntesis de colágeno disminuye comienzan a aparecer las arrugas. Así, el aporte de vitamina C es más importante en la medida en que envejecemos.
- Las vitaminas del complejo B también influyen en el cuidado de la piel, ya que se relacionan con la hidratación correcta, así como con la regeneración oportuna.
Entonces, para mantener un equilibrio entre llevar una dieta sana y el cuidado de la piel, debemos ocuparnos en que nuestra alimentación incluya de forma balanceada cada uno de estos nutrientes tan vitales.
Agua
Otro aspecto incluido en la relación del cuidado de la piel y la dieta sana es el agua.
Seguramente has escuchado muchas veces que el cuerpo humano está compuesto en su mayoría por agua. Aunque pudiera parecernos un poco exagerado, se trata de una realidad. Los órganos están en gran medida conformados por líquido y la piel no escapa de ello.
Como el resto del o cuerpo, la piel necesita hidratación. Dado que el líquido corporal se elimina con relativa rapidez por los procesos de excreción y sudoración, es necesario que suministremos agua con bastante frecuencia al organismo.
El agua representa para la piel la posibilidad de:
- Regenerarse.
- Recuperar el líquido excretado.
- Cumplir adecuadamente la función de regular la temperatura corporal.
- La posibilidad de mantenerse visiblemente bien cuidada y lozana.
¿Qué comer?
Los macronutrientes y micronutrientes que necesitamos para el cuidado de la piel se ingieren de una manera bastante simple: teniendo una dieta equilibrada.
Aunque puede que los suplementos vitamínicos sean necesarios en algunos casos, los alimentos que consumimos pueden aportarnos las proteínas, las grasas y las vitaminas necesarias. La principal fuente de todos los nutrientes que necesitamos se halla en los alimentos.
Con este artículo buscamos concienciar de la importancia y relación de la dieta sana y el cuidado de la piel para nuestro bienestar, tanto en el presente como a futuro.
En función de ello, debes asegurarte de mantener una dieta balanceada con la que obtengas todos los elementos que tu cuerpo necesita. Si tienes dudas, consulta a un especialista en nutrición.