Redondo: «Me tocó el amor propio que el Real Madrid me quisiera vender»
EFE
El argentino Fernando Redondo confesó que le «tocó el amor propio» enterarse de que la directiva del Real Madrid estaba dispuesto a traspasarle al AC Milan y provocó su salida de un club del que era referente en el centro del campo.
«Florentino (Pérez, presidente) se había comprometido en la campaña a traer a (Luis) Figo, costaba mucho dinero y el Milan ofrecía por mí 18 millones de euros. Era mucho dinero por un futbolista de 31 años. En ese momento, con Florentino había llegado Pirri como secretario técnico y me avisó de que había una propuesta del Milan y que el club estaba de acuerdo en aceptarla», recuerda Redondo en una entrevista con ‘La Nación’.
«Me tocó un poco el amor propio que me quisieran vender. Por otro lado, se trataba del Milan y estaba Berlusconi, que me llamaba para que fuera. En el Madrid yo había dado todo, ganado dos Champions y dos Ligas, entre otros títulos, los entrenadores me habían elegido el mejor futbolista de esa Champions, o sea que sabía que el puesto ahí no me lo sacaba nadie. Lo del Milan era un desafío también para mí», añadió.
Repasó su trayectoria Redondo y los duros momento que encaró por culpa de las lesiones el Milan, donde confesó que se encontró un «sistema de entrenamiento diferente, con mucha carga física y mucho trabajo de fuerza», que le afectó y le dejó «muerto muscularmente».
«Debí haber hecho una adaptación progresiva, pero eso lo analicé después. Me rompí los cruzados de la rodilla derecha y no pude jugar ni un partido durante dos años. Es decir: fui al Milan y el primer partido lo pude jugar a los dos años, una locura».
Por eso, tuvo el gesto de pedir al club no cobrar hasta que no se recuperó. «Hablé con Galliani y le pedí que no me pagaran más el sueldo hasta que pudiera jugar. Le dije que quería ir a Madrid para ver a Del Corral, mi médico de confianza. Necesitaba salir de Milanello».
El camino de Redondo para conseguir volver a los terrenos de juego fue largo y tortuoso. «Me metían en el quirófano, me ponían la pierna hacia arriba, me la vaciaban de sangre con un torniquete y me pasaban fármacos».
«El riesgo era que si algo de eso se iba al corazón, podía tener un problema. Te dejaban hacerlo seis veces como máximo y yo hice cinco y de ese modo pude superar el umbral del dolor y trabajar en la rehabilitación», confesó.
Por último, trató su ausencia de la selección argentina por la petición de Daniel Passarella de cortarse el pelo. «Me llamó y nos reunimos en el hotel Palace de Madrid. Me pidió que me cortara el pelo y yo le dije que no lo haría. Y me dijo, me acuerdo literal, que como la selección estaba por encima de los hombres y los nombres, si necesitaba convocarme lo iba a revisar».
«Cuando esto salió en la prensa, él declaró que en realidad lo del pelo había sido un tema secundario, que no me había convocado porque yo no quería jugar por la izquierda, una mentira gigante. Y a partir de ahí, para mí, ya no hubo vuelta atrás».