San Francisco de Asís, cuyo nombre real era Juan o Giovanni en italiano, sacó de su vida lo que consideraba malicioso para centrar su existencia en el amor a Dios. Aunque su padre intentó alejarle de la humildad y pobreza del catolicismo , hasta el punto de presentarse al obispo de Italia dejando constancia de que su hijo renunciaba a cualquier herencia tras su muerte, se mantuvo firme en su decisión.
Él fue el fundador de la orden franciscana , una orden que promueve la pobreza y sencillez. Cuentan en su biografía que la llamada a la vida religiosa le llegaría en 1202, cuando fue encarcelado después de un altercado entre Asís y Perugia. Su primera visión fue en primavera de 1206, en un templo dedicado a San Damián . Allí escuchó una voz que le dijo «ve Francisco, repara mi iglesia. Está hecha una ruina» . Así fue como corrió a su casa, vendió trozos de paño y dedicó el dinero a la restauración del templo de San Damián.
Además de este gesto, trabajó en un hospital de leprosos, restauró iglesias y compartió mesa con pobres y necesitados. Murió en Asís, en 1226.
Patrón de los animales, veterinarios y ecologistas
Son muchas las historias que se cuentan sobre la conexión especial y el poder que San Francisco tenía con los animales . De hecho, además de hacerle caso todas las especies animales, las golondrinas lo seguían en bandadas y formaban una cruz encima de donde él predicaba.
También se cuenta que un lobo salvaje que devoraba ovejas y atacaba a los hombres dejó de hacerlo al ser amansado por el italiano. LaOrganización Mundial de Protección Animal instauró el 4 de octubre, fecha en la que falleció, como el Día Mundial de los Animales.
