¿Qué tienen en común el yoga y el sexo?

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Cuando se practica yoga suelen obtenerse grandes beneficios, entre los que más se pueden destacar es que la fuerza y la elasticidad que se desarrollan y que pueden ponerse en practica a la hora del sexo.

Existen muchas posturas y suelen ser una buena ayuda para el sexo, lo que demostraría que la gente quiere innovar y olvidarse del sexo rutinario.

Nuestra recomendación es que, de no tener experiencia en yoga, no hagas determinadas posturas, existen riesgos de poder acabar con el cuello torcido o algún tipo de lesión. Por lo tanto, lo mejor es tomárselo con calma y ser consciente de nuestros propios límites.

Rueda: es una postura interesante que, si la otra persona te tiene en ese tipo de postura y se “aprovecha” en cierto modo de ti, vas a necesitar de fuerza y concentración para que las piernas como tal no te vayan a temblar.

Escarabajo: postura que no necesita explicar demasiado, en cuanto tu pareja te vea, va a saber qué es lo que quieres con esa postura en cuestión.

Cobra: perfecta para realizar el sexo oral, así como para estimular los genitales. Una postura que seguro que te va a gustar mucho practicar.

Perro boca abajo: estamos ante una alternativa al perrito de toda la vida. Es una variante que es ideal para darle un toque de imaginación a la rutina diaria. De esta manera seguro que no te cansarás.

Postura del conejo: muy indicada para practicantes que tengan ya una experiencia. El trasero se queda en alto, pudiendo el otro hacerte de todo. Una postura que podríamos llamar muy explosiva.

Muerto: la postura del muerto o “savasana” es básica y bastante cómoda de realizar. El misionero al final es una postura que nunca va a pasar de moda y que tiene sus adeptos.

Postura del camello: sexo oral, penetración vaginal, etc. Lo cierto es que hay un catálogo amplio. La imaginación es la que pone el límite.

Con información de La Sopa