¿Qué son los hemangiomas infantiles?
800 Noticias
Los hemangiomas infantiles son relativamente frecuentes. Por ello, es necesario saber en qué consisten y cómo tratarlos.Generalmente son tumores benignos.
Se caracterizan por la proliferación de vasos sanguíneos de manera anormal.Se suelen localizar sobre la piel, aunque también pueden encontrarse en otros órganos. En este artículo te explicamos en qué consisten y qué hacer ante ellos.
¿Qué son los hemangiomas infantiles?
Son tumores, como ya hemos dicho, generalmente benignos, que suelen afectar a la piel. Es una de las neoplasias más frecuentes en la lactancia y la niñez. Además, afectan tres veces más al sexo femenino que al masculino. Suelen localizarse en la cara o en el cuero cabelludo.
Aunque la mayoría de hemangiomas infantiles son benignos, parte de ellos dan lugar a complicaciones. Se trata de tumores planos o elevados de color rojizo que, en primer lugar, afectan estéticamente. Además, pueden comprimir estructuras vecinas como los ojos, la nariz, la boca, etcétera.
Finalmente, existe una fase de involución en la que comienza a desaparecer de manera natural. Sin embargo, es recomendable intervenir si son de gran tamaño o si producen complicaciones.
¿Por qué se producen los hemangiomas infantiles?
No se conocen exactamente los motivos de su formación. Sin embargo, se han descubierto una serie de factores de riesgo que podrían relacionarse con el desarrollo de hemangiomas infantiles.
Tipos de hemangiomas infantiles
Los hemangiomas infantiles pueden ser cutáneos o internos. De manera general, se suelen clasificar según:
- La profundidad de los vasos afectados: pueden ser superficiales, profundos o mixtos. Los superficiales suelen ser pápulas de color rojo brillante. Por el contrario, los profundos son tumoraciones azuladas o del color de la piel.
- Según su forma y distribución: pueden ser focales, segmentarios o múltiples.
Diagnóstico
La mayoría se diagnostican mediante un examen físico. Es necesario realizar una historia clínica completa. Deben detallarse los datos de la gestación, el periodo perinatal y la evolución de la lesión. La mayoría de los hemangiomas infantiles comienzan como manchas rosadas o pálidas. Por ello, pueden confundirse con nevus, traumatismos o malformaciones.
Se pueden realizar técnicas complementarias para el diagnóstico. Entre ellas destacan la ecografía, la resonancia magnética y la biopsia cutánea. La biopsia cutánea es la más indicada para diferenciarlos de otras lesiones.
Continuar leyendo en Mejor con Salud