¿Qué son las pecas y cómo evitar que aparezcan?
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También conocidas como efélides, las pecas son un tipo de manchas de piel. Su origen obedece al incremento sustancial de melanina en ciertas zonas de la epidermis, el pigmento responsable de dar color normal al órgano.
De esta forma, hablamos de los pigmentos de coloración entre parduzca y rojiza, suelen aparecer en las áreas más expuestas a los rayos solares, sobre todo, en la cara, los brazos, el pecho y la espalda. Las personas de piel blanca son las más vulnerables a su desarrollo.
De acuerdo a los especialistas, existen dos tipos de pecas, las más comunes son las que se presentan durante la niñez y adolescencia, así como en la edad adulta. Por otra parte, están las que reciben el nombre de nevus congénitos, las cuales corresponden a las que se manifiestan desde el nacimiento.
Factores que determinan la aparición de las pecas
Lo primero que debemos tener en cuenta es que cualquiera puede presentar pecas. Sin embargo, la intensidad de las manchas depende del color de la piel y del pelo.
De esta forma, las personas pelirrojas y de piel clara no solo son más propensas a su aparición, sino a desarrollar manchas más oscuras.
La genética
Como comentamos, los pelirrojos presentan mayor tendencia a desarrollar pecas. La explicación de ello radica en el gen MRCI, el cual controla tanto la aparición de las pigmentaciones, como el tono pelirrojo del cabello.
En este caso, las pecas suelen acompañar desde la infancia o, en su defecto, aparecer a lo largo de la adolescencia, y van disminuyendo conforme avanzan en edad, sobre todo, cuando seguimos una rutina de skincare adecuada según el tipo de piel.
La radiación solar
A diferencia de los lunares, las pecas pueden acentuarse consecuencia de la exposición continua a la radiación ultravioleta. Esto se debe a que el contacto directo con los rayos solares incrementa la producción de melanina.
En este sentido, es común que el color de las manchas se intensifique o que aparezcan más, después de realizar actividades al aire libre en días soleados.
¿Cómo cuidar una piel con pecas?
En líneas generales, el cuidado de belleza que deben seguir las personas pecosas tiene especial similitud con las rutinas para piel sensible, ya que las manchas representan un factor capaz de desencadenar problemas estéticos.
La vulnerabilidad frente a los rayos UVA y UVB obliga a elegir cualquiera de las presentaciones de protector solar disponibles en el mercado. La clave es elegir o fotoprotector con SPF 50 y aplicarlo cada dos horas.
Asimismo, resulta imperioso prevenir quemaduras e irritaciones. Para ello, conviene evitar la exposición a la radiación solar entre las 10.00 y las 16.00 horas.
Prestar atención a la hidratación y seguir una dieta balanceada
La deshidratación compromete la capacidad natural de la piel de encarar el impacto que ejercen los diferentes agentes externos que pueden comprometer su salud, tales como la contaminación y las condiciones climáticas.
Cuando nos hidratamos correctamente, maximizamos la efectividad de la barrera protectora y empezamos el cuidado desde el interior.
Lo mismo sucede con la alimentación. A través de una dieta equilibrada, el cuerpo recibe los principios activos que la piel necesita para lucir radiante. Entre los elementos que regulan la segregación de melanina y que favorecen el equilibrio de la pigmentación se encuentran:
- Beta caroteno: este poderoso antioxidante es reconocido como aliado para combatir las ojeras y bolsa de forma natural, sin embargo, además de proteger frente a la oxidación celular, ayuda a prevenir las quemaduras del sol.
- Ácido alfa lipoico: su efectividad para inhibir la acción de los radicales libres lo convierte en un elemento clave en la ralentización del fotoenvejecimiento y las manchas que produce. Se encuentra presente en la remolacha, zanahoria, brócoli y espinaca,
- Minerales y oligoelementos: presumir una piel saludable es más sencillo cuando incluimos en la dieta componentes estratégicos. Por ejemplo, aprovechar las ventajas del magnesio o los beneficios que brinda el calcio y el zinc. Otros elementos que no debemos perder de vista son el cobre, manganeso, potasio y selenito sódico, ya que fortalecen la epidermis y su capacidad de auto regeneración.
- Aminoácidos: en este grupo se incluyen la N-acetilcisteína, L-Ornitina, L-Arginina, PABA y Ácido Glutámico, los cuales están disponibles en los vegetales de elevado nivel proteico. Cada uno de ellos es responsable de proteger ante el estrés oxidativo y sirven de escudo contra la radiación ultravioleta.
Precaución en verano
La temporada estival supone un verdadero desafío para el cuidado de la piel pecosa. Aunque los filtros solares incrementan la protección y disminuyen las probabilidades de que aparezcan nuevas manchas, su efectividad no es del 100%.
En este sentido, se recomienda usar camisetas, gorros, sombreros o cualquier otro tipo que actúan de escudo, así como sombrillas.
Por otra parte, es necesario acudir al dermatólogo regularmente, en especial, cuando notamos la aparición de nuevas manchas. A diferencia de las pecas congénitas, las adquiridas con el paso de los años cambian a lo largo del tiempo, en algunos casos, reduce la intensidad del pigmento, pero la superficie se torna verrugosa.
¿Cuándo las pecas son motivo de alarma?
Si bien no existe motivo para alarmarse, las personas con tendencia a la piel pecosa deben considerar ciertos factores. En primer lugar, aunque las pecas son benignas, diversos estudios demuestran la relación entre el gen MC1R y el riesgo de padecer cáncer.
De acuerdo a los resultados de los ensayos clínicos, este vínculo obedece a dos aspectos: por un lado, los portadores del gen tienen especial sensibilidad a los efectos nocivos de los rayos solares y, por el otro, suelen presentar mayor cantidad de cambios en la pigmentación.
En conjunto, ambas condiciones elevan las probabilidades de desarrollar melanoma. De hecho, se estima que alrededor del 75% de las personas con tendencia a quemarse rápido bajo el sol sin llegar a broncearse, experimentan mutaciones, así como cerca del 55% de los pelirrojos.
Posibles tumores
El monitoreo constante de las pigmentaciones es indispensable para disminuir el riesgo de que las pecas terminen convirtiéndose en tumores malignos. Estar atento a las irregularidades no solo permite un diagnóstico, sino la oportunidad de acceder a un tratamiento oportuno que mejore las expectativas de curación.
Para facilitar la detección de los cambios en las efélides tenemos que considerar el acrónimo ABCD, una forma sencilla de descubrir las alteraciones. El significado de cada letra es el siguiente:
- A: Asimetría: en este punto, descartamos formas irregulares en las pecas.
- B: Bordes: en su mayoría, las alteraciones se presentan en los bordes de las pigmentaciones.
- C: Color: implica cualquier cambio en la tonalidad de las efélides, sobre todo, cuando presentan dos o más colores.
- D: Diámetro: por norma, las pecas normales tienen un diámetro inferior a los 6 milímetros.
Rutina de cuidado para la piel pecosa
Aunque muchos pelirrojos apuestan por una rutina para aclarar la piel, los dermatólogos coinciden en que el cuidado facial más adecuado se resume de la siguiente manera:
Limpia
No importa si se trata de una rutina rápida o la más profunda skincare routine coreana. Eliminar las impurezas y el maquillaje es el paso indispensable al inicio y final del día. Recomendamos escoger un limpiador hidratante que aporte suavidad y brillo.
Exfolia
Además de limpiar los poros y eliminar las células muertas, la exfoliación representa un aliado para ganar luminosidad y pulir las pecas, ya que contribuye a equilibrar el tono de la piel y previene la aparición de las manchas asociadas a la foto envejecimiento.
Aplica un tónico
Este paso es fundamental para deshacernos de las posibles impurezas y del exceso de sebo. Sin embargo, también supone un aporte de frescura extra que prepara a la piel antes de recibir la hidratación. La efectividad del tónico está condicionado a la elección de un producto especialmente formulado.
Hidrata
Al igual que sucede con el resto de las pieles, la pecosa requiere mantenerse hidratada, de lo contrario, es imposible que luzca bella y radiante. Mientras algunos apuestan por aplicar un serúm, otros prefieren una crema de noche que optimice la capacidad de regeneración natural y permita disfrutar de mayor frescura y suavidad al momento de despertar.
Utiliza una crema de ojos
El área que rodea a los ojos es una de las más delicadas, por lo que merece un cuidado especial. La fragilidad de la zona y su especial tendencia a la sequedad obliga al uso de una fórmula con efecto antiinflamatorio que reduzca las ojeras, aclare y aporte luminosidad.
Conclusión Si bien lucir unas cuantas pecas en la nariz, las mejillas y los hombros pueden resultar bastante atractivo, no debemos olvidar que estas pequeñas pigmentaciones suelen ser una señal del daño solar, por lo que conviene tener precaución y poner en marcha medidas destinadas a frenar su aparición descontrolada.
En su mayoría, las pecas son benignas. Sin embargo, resulta necesario vigilar posibles alteraciones en su forma o color y buscar atención médica cuando alguna de ellas despierta preocupación.
Finalmente, vale la pena enfatizar que la producción excesiva de melanina incrementa las probabilidades de desarrollar cáncer. En este sentido, la prevención es un factor clave.
Con información de 2Trendies
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