¿Qué dicen tus uñas de tu salud?
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Lo mismo que un hermoso corte de cabello o el régimen para lograr una piel tersa, el cuidado de las uñas es parte importante de una apariencia limpia y saludable. Y aunque no todos le dan la importancia que merecen, muchos saben que cuidarlas es un reflejo de la persona, de su forma de ser e incluso de sus hábitos.
Además de ser un lienzo para las artistas del manicure, las uñas tienen una función biológica: proteger los dedos de los agentes externos así como tener una mayor precisión a la hora de llevar a cabo labores manuales.
Por otro lado, su importancia es tal que nos envían mensajes cuando algo va mal en la salud, señales que debemos aprender a interpretar, como por ejemplo cambios en el color, la textura, el grosor o descamación.
La mayoría de las veces, explica el sitio webmed.com, los problemas de las uñas se relacionan con las agresiones del medio ambiente, la exposición a productos químicos de limpieza fuertes, al uso de productos de secado o al abuso físico como el hecho de usarlas como si fueran herramientas.
A continuación algunas señales que pueden indicarte que necesitas visitar al médico.
Blanquecinas: Si notas este tipo de coloración, es posible que tengas problemas hepáticos o renales.
Pálidas: Puede ser que padezcas anemia.
Amarillas, gruesas y no crecen: se relacionan con una enfermedad pulmonar. Si están amarillas, pero con un ligero rubor en la base podría tratarse de diabetes.
Secas y quebradizas. Si tus uñas tienen esa apariencia, es probable que tengas anemia o algún tipo de problema con la tiroides.
Con rayas: Si identificas líneas bien marcadas lo más probable es que se deba a una deficiencia de nutrientes. También puede estar relacionado con un problema de tiroides o algún tipo de infección.
Azuladas: Los problemas respiratorios o de circulación, suelen estar relacionados con este tiempo de síntomas en las uñas.
Verdosas: Esto suele estar relacionado con algún tipo de contaminación bacteriana.
Con manchas negras: Esta característica suelen estar relacionada con el cáncer de piel.
Abultadas: La psoriasis y la tiña son las afecciones más típicas en personas que tienen unas uñas demasiado gruesas y abultadas.
Atenta con los cambios
A menudo la coloración amarillenta de las uñas se debe a algún producto para retirar el esmalte muy agresivo o al no dejar respirar el manicure entre una y otra sesión. También hay algunos esmaltes difíciles de retirar, entre ellos los de tonos muy oscuros y los rojizos, que suelen dejar rastros en algunas zonas de las uñas. En los casos anteriores no hay motivo de alarma.
– Pero si por el contrario, observas algún cambio en el color u otra anormalidad, lo mejor es que acudas a tu dermatólogo, ya que es probable que se trate de un problema más grave.
– Las uñas muy gruesas y deformadas pueden ser consecuencia de una micosis, es decir, una infección por hongos. La psoriasis, la deficiencia en vitaminas y la arterioesclerosis, también altera su forma.
Existen muchas recomendaciones para el cuidado de las uñas, pero he aquí la número uno: No cortes o manipules las cutículas. “Ya sea que te hagas un manicure profesional o lo realices tú misma, lo principal es que dejes tus cutículas en paz”, dice Dana Stern, dermatóloga del Centro Médico Mount Sinai de Nueva York.
De acuerdo con la profesional, “la cutícula es la barrera natural contra hongos y bacterias, al tocarla esta función se altera y se pierde la protección,“ dice Stern. Esto no sólo hará que las cutículas se vean peor – rojas, hinchadas y desiguales -, sino que también te hace propensa a adquirir alguna desagradable infección que entre otros puede dejarte daños permanentes en las uñas.