Propiedades de la leche de magnesia en la piel
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La leche de magnesia es una suspensión que, básicamente, es una dilución al 8% de hidróxido de magnesio en agua. Su aspecto es espeso, blanquecino, tal cual, como la leche de vaca, es por ello que recibe su nombre.
Se trata de una sustancia muy alcalina, con un pH de 10,5 aproximadamente, y que, por lo tanto, es utilizado como un antiácido en medicina, y también como un laxante.
Aunque algunos estudios han demostrado que esta solución de sales de magnesio es un importante antiinflamatorio, lo que puede ser interesante para suavizar y calmar la piel, favorecer la cicatrización de las heridas y hasta inhibir las irritaciones cutáneas que han sido producto de la grasa.
Beneficios de la leche de magnesia para la piel
Evidentemente, las sales de magnesio mejoran la hidratación e incrementan la permeabilidad y la reparación de la barrera de la piel. Y por si fuese poco, también es capaz de promover el crecimiento y la regeneración de las células cutáneas, lo cual, a su vez, disminuye la inflamación.
Pero para entender mejor cómo sus propiedades nos pueden beneficiar, te contaremos algunas razones por las que te podría interesar empezar a usar este producto en tu rostro.
No más piel grasa
La leche de magnesia no tiene la capacidad por sí sola de disminuir la producción de sebo. Es decir, esta no hará que las glándulas sebáceas produzcan menos grasa, como sí podría suceder con el retinol, la niacinamida o el ácido salicílico.
Pero este ingrediente es capaz de purgar la grasa superficial de la piel, esto gracias a que tiene la propiedad de absorber el exceso de sebo. Si aplicas una capa muy fina, la leche de magnesia actuará como un matificante, ayudándote a lograr un aspecto suave y sin brillos excesivos.
El pH de la piel normalmente se vuelve ácido por la producción excesiva de sebo, el polvo y cualquier otro contaminante del medio ambiente. Pero por suerte, podemos equilibrarlo al aprovecharnos de las propiedades antiácidas de la leche de magnesia, y esto traerá como resultado un control en la producción de grasa.
Difumina los poros de la piel
Los poros dilatados son un problema que se encuentra, en muchos casos, estrechamente relacionado con la hiperreactividad de las glándulas sebáceas. Pero gracias a que la leche de magnesia actúa como un astringente, tensando los tejidos de la piel cuando se aplica de forma tópica, es capaz de reducir de forma temporal el tamaño de los poros, ayudando a tener un cutis mucho más liso.
Se cree que la capacidad de la leche de magnesia para reducir la presencia de los poros dilatados se debe a la combinación de su capacidad de secado, la contracción de la piel y al control de la grasa. Aunque lo que sí sabemos a ciencia cierta es que es capaz de lograr una piel completamente refinada y tonificada.
Control directo sobre el acné
Todas las propiedades anteriores son la combinación perfecta para mejorar notablemente los brotes de acné, pero para recapitular sobre como la leche de magnesia puede ayudar a controlar el acné en el adulto, debemos recordar los siguientes puntos:
Elimina el exceso de sebo y evita la obstrucción de los poros. Esto gracias a que mantiene a raya la producción de grasa y contaminantes en la piel, por lo que hay menos riesgo de que se produzcan brotes, algo similar al papel que desempeña el ácido azelaico.
Regula los niveles de pH de la piel, y esto es una pesadilla para las bacterias que producen el acné, por lo que no podrán sobrevivir en nuestra piel.
Al mismo tiempo, la leche de magnesia es un antiséptico excepcional; es capaz de destruir las bacterias de la superficie de la piel, por lo tanto, no serán capaces de contaminar y obstruir los poros.
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