Price abrirá segundo partido con Boston y Kershaw debutará en el Fenway Park
EFE
El piloto de los Medias Rojas de Boston, Alex Cora, confirmó este lunes al zurdo David Price como el abridor que tendrá su equipo para el Segundo Partido de la Serie Mundial que comienza este martes contra los Dodgers de Los Ángeles.
Price saldrá en el partido del miércoles, pero Cora no quiso adelantar cómo será el resto de la rotación que va a utilizar en el primer «Clásico de Otoño» que disputen ambos equipos con los Dodgers teniendo como sede Los Ángeles.
Price abrió el Juego 2 en cada una de las dos primeras rondas, pero Nathan Eovaldi ha sido probablemente el mejor pitcher abridor de Boston esta postemporada.
Rick Porcello es el otro abridor de Cora en su rotación de cuatro, que también podría utilizar en cualquier momento.
Cora, que hará su debut en la Serie Mundial como piloto de primer año con los Medias Rojas, ya decidió que sea el zurdo Chris Sale, de 29 años, quien abra el Primer Juego del «Clásico de Otoño» que van a disputar ambos equipos al mejor de siete.
Mientras, el piloto de los Dodgers, Dave Roberts, también se ha decidido por otro zurdo estelar, Clayton Kershaw, de 30 años, quien a pesar de su brillante carrera profesional hará su debut en el Fenway Park como escenario histórico del primer duelo de un «Clásico de Otoño» que ya ha comenzado a ser definido de «único» y «excepcional».
A pesar que Kershaw trabajó como relevista con los Dodgers en el séptimo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional que ganaron a domicilio por 1-5 a los Cerveceros de Milwaukee, el zurdo estelar se ha rehusado a tomarse un solo día de descanso y se ha entrenado en el bullpen de Fenway Park desde el domingo.
Kershaw cerró la victoria del Juego 7 de los Dodgers en el NLCS aproximadamente media hora antes de la medianoche del sábado por la noche.
Eso significaba que tenía unas 48 horas antes de tener que estar en el montículo como el titular del Juego 1 de la Serie Mundial contra los Medias Rojas.
Sin embargo, Kershaw no estaba interesado en descansar y relajarse. Menos de un día después de la victoria de los Dodgers, el zurdo fue visto en un montículo vacío que utilizan los relevistas en el Fenway Park. el domingo por la noche.
Mientras otros peloteros que serán el centro de atención en la serie como Mookie Betts, Jackie Bradley Jr. y J.D. Martínez por los Medias Rojas y Cody Bellinger, Justin Turner y el cubano Yasiel Puig con los Dodgers, también están listos para decidir el primer título entre franquicias de ambas ciudades en el deporte pasatiempo nacional.
Betts, el mejor jardinero derecho de todo el béisbol, esta listo para jugar en segunda base cuando la serie se mude al Dodger Stadium de la ciudad californiana.
Entretanto, el campocorto dominicano Manny Machado, uno de los peloteros menos deseados por los seguidores de los Medias Rojas, vuelve al Fenway Park envuelto en la polémica y en la acusación de ser un jugador «sucio», como lo definió el jardinero de los Cerveceros, Christian Yelich.
Machado, que superó los abucheos permanente de los aficionados de los Cerveceros, que le gritaban que «apestaba» tras golpear en el pie al primera base venezolano Jesús Aguilar, después que lo había puesto «out», dijo que llegaba tranquilo y dispuesto a jugar su mejor béisbol en el diamante.
Pero los seguidores de los Medias Rojas no olvidan lo que sucedió el pasado 21 de abril del 2012, cuando su equipo se enfrentaba en partido de liga en Baltimore, contra los Orioles, y Machado estaba en la almohadilla inicial.
Una rola al campocorto lo obligó a buscar la segunda base, pero fue claramente adelantado por su rival, Dustin Pedroia, al hacerle el «out».
Machado llegó con gran velocidad y el pie arriba a la base que resguardaba Pedroia, por lo que tras una fuerte barrida hizo que el jugador de Boston se desplomara en el campo y saliera del juego con una grave lesión en la rodilla izquierda, de la que se recuperó para volver a la competición en la misma temporada.
Pero el mundo del béisbol profesional, especialmente los jugadores y seguidores de los Medias Rojas, vieron la acción de Machado como «intencional» y sin ninguna justificación.