Presentarse ante Dios, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Acabamos de celebrar la fiesta de la Presentación de la Virgen en el Templo, lo que significa que aunque el 8 de diciembre la Iglesia celebra el que María fue preservada del pecado y por eso la llamamos La Inmaculada Concepción, el hecho de la presentación en el templo le permitió ejercer su libertad y optar por vivir su vida consagrada a Dios.
En el Antiguo Testamento muchas personas se presentaron ante Dios y mostraron su disponibilidad, por ejemplo, cuando Dios usó una llama ardiente en medio de una zarza que ardía pero no se consumía y así le llamó la atención a Moisés y este se presentó a ver lo que sucedía, entonces Dios le dijo: «Moisés, Moisés» y el respondió «Aquí estoy».
Otro caso fue el de Samuel que siendo niño una noche escuchó una voz que lo llamaba y le decía: «Samuel, Samuel», él creía que era sumo sacerdote que lo estaba llamando hasta que él le dijo: «La próxima vez responde: habla, señor que tú siervo escucha»,
Al responder así estaba teniendo una actitud de disponibilidad, de obediencia de docilidad ante Dios, qué es todo lo contrario a lo que hicieron Adán y Eva, que cuando desobedecieron a Dios tentados por Satanás, porque según él así serían como Dioses, el querer ser como Dios y darse cuenta de que eso no era posible los hizo huir de la presencia de Dios. En cambio, en el libro de Isaías en el capítulo 6 dice: «y oí la voz del Señor que decía, ¿A quién enviaré? ¿Quién ira por nosotros?, Isaías respondió «aquí me tienes señor, envíame a mí».
En el Salmo 40 se dice «Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad», presentarse ante Dios es un acto de fe, es reconocer quién es Dios y quién eres tú. Presentarse ante Dios es reconocer que Dios tiene una misión para ti un sentido para tu vida y eso significa que quién se presenta ante Dios también recibe un encargo; en el caso de la Virgen se trató de una misión única, ser la madre del Mesías; en el caso de cada uno nosotros cuando te presentas ante Dios él te da una misión específica para ti, pero asegura que estar acompañándote. «Yo estaré con ustedes todos los días hasta el final del mundo».
El día que la iglesia celebra la presentación de la Virgen, uno de los que se presentó frente a Dios fue Monseñor Reinaldo Del Prette arzobispo de Valencia y se presentó como un hombre lleno de fe, lleno de humor, alegría y obras en favor de los demás; su consigna de vida fue servir al Señor con alegría, seguro que Dios le reconoció el haber vivido el Evangelio y predicado con entusiasmo, voz fuerte y una alegría salida de lo profundo del corazón.
Amigos, todos al final de la vida tendremos que presentarnos ante el Señor, Dios, no importa si eres creyente o no, de todas formas tendrás que presentarte frente a él y en ese momento, ¿Qué le dirás? ¿Qué le darás? ¿Qué va a preguntarte?, pidámosle a la Virgen que el día que te toque presentarte ante Dios, Jesús te sirva como abogado, porque él dijo: «Quién hable de mí y me declaré delante de los hombres yo lo declararé frente a mí padre».
Pídele también que habiendo rezado todos los días el Avemaría, tal como lo decimos ahí, «ruegue por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte», porque así nosotros tendremos la certeza de entrar al cielo y ser felices para siempre, porque con Dios ¡siempre ganamos!
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