Preparándonos, por María García de Fleury
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La cuaresma es la fiesta de preparación para la fiesta más importante de toda la fe cristiana que es la resurrección de Jesús, lleva previo el sufrimiento de Jesús y su entrega total por amor a nosotros, es un tiempo donde podemos aprovechar para acercarnos y demostrarle nuestro amor a Dios a través de los tres pilares que enseña la iglesia: el ayuno, la limosna y la oración.
Ciertamente estos componentes no son nuevos dentro de nuestras enseñanzas católicas y tampoco están reservados solamente para la cuaresma, podemos practicarlos durante todo el año, sin embargo, un enfoque especial y renovado en cada uno de ellos durante la cuaresma puede fomentar el crecimiento y el aprecio personal dentro de nuestra fe espiritual y colectiva en estos viajes espirituales que cada uno de nosotros tiene que hacer para llegar a Dios.
Si bien hablar con Dios es una práctica que los católicos y todos los cristianos debemos realizar con regularidad, in importar en que momento de año, la cuaresma presenta un especial momento significativo para conectarnos con nuestro señor y fortalecer nuestro vinculo. Podemos fortalecer nuestra relación con Dios a través de una actividad de oración más profunda y frecuentemente, como, por ejemplo, la lectura de la biblia, sobretodo los evangelios, o antes de comenzar nuestra rutina matutina diaria, o rezar a la hora de comer, o mientras hacemos gimnasia u otras actividades similares.
La cuaresma también puede brindarnos la oportunidad de orar de manera más allá de simplemente pedirle cosas a Dios por nosotros mismos, alabarlos por su gloria, por su maravilla, agradecerle por las muchas bendiciones, pedirle que interceda y ayude en la vida de los demás, estos son ejemplos de cómo podemos apreciar la presencia y las obras de Dios.
Es tiempo de cuaresma, es tiempo de penitencia y también es un servicio de penitencia y de acercarnos al sacramento de la confesión, porque la cuaresma es el principal periodo de penitencia de la iglesia, la mayoría de las parroquias ofrecen servicio de penitencia durante la cuaresma, consulta con tu parroquia para conocer los horarios.
Hacer algo puede ser tan bueno como renunciar a algo, puedes incluso contactar a las personas por teléfono por correo o por WhatsApp con las que tenías la intención de mantenerte en contacto, pero no lo habías hecho, entonces si bien la cuaresma puede parecer exigente y quizás incomoda, su propósito definitivamente no es causarnos dolor.
Durante esta importante temporada tenemos que examinarnos a nosotros mismos, para descubrir mejor nuestra identidad como hijos de Dios y la hermosa relación con el señor que puede fluir de eso.
Embarcándonos en esta aventura anual de nuestra fe aceptemos cada día que brinda la cuaresma como una ocasión para avanzar espiritualmente, para conectarnos mejor con Jesús y con nuestro prójimo porque sabemos que con Dios ¡siempre ganamos!