Portugal considera aumentar pruebas de Covid y alargar el confinamiento
EFE
Las autoridades portugueses evalúan aumentar el número de pruebas realizadas en el entorno de quienes dan positivo por coronavirus, tal y como recomiendan los especialistas, en tanto que la población ya asume que su confinamiento puede extenderse hasta al menos mediados de marzo.
La Dirección General de Salud (DGS) tiene previsto presentar esta semana una propuesta formal para revisar la estrategia de análisis actual y ampliarla, según avanza hoy la emisora TSF, en línea con lo recomendado por los expertos que asesoran al Gobierno.
La idea es pasar del sistema vigente, que recomienda las pruebas covid a quienes tengan contacto de «alto riesgo» con quienes dan positivo (si hay brote o si se ha pasado tiempo prolongado con la persona contagiada, por ejemplo conviviendo con ella) a un nuevo modelo en el que se analicen a más contactos.
Se trata de fomentar el rastreo, considerado fundamental por los especialistas para controlar la evolución de la pandemia, devastadora para Portugal en enero, cuando el país se confinó.
La medida comenzó el 15 de enero con la previsión de que durase un mes, aunque ahora se estudia que se extienda durante otro mes, hasta al menos mitad de marzo.
NO HABRÁ «VERANO NORMAL»
No es el único cambio en el calendario asumido en las últimas horas. El coordinador del Plan Nacional de Vacunación, Henrique Gouveia e Melo, ha anunciado atrasos en la primera fase de vacunación por falta de dosis.
Esta fase, que debería concluir el 31 de marzo, ahora se alargará hasta abril, y los nuevos cálculos apuntan a que el 70 % de la población lusa esté inmunizada a finales del mes de agosto, y el resto hasta finales de diciembre. Son fechas que hacen poco posible tener un «verano normal», ha admitido.
«Un verano normal no tendremos porque el proceso de vacunación no estará en la fase en que habrá inmunidad de grupo», sostuvo en una entrevista el martes por la noche con la cadena lusa TVI, en la que apuntó que el periodo estival podría ser «un poco más tranquilo, pero con todos los cuidados» de higiene, distancia y mascarilla.