En este principio se basa la talasoterapia –del griego thalasso («mar») y therapeia («cuidado»)–, una forma de curar con elementos marinos que ya propuso el gran médico griego Hipócrateshace dos mil quinientos años.
Y es que solo bañarse en el mar ya puede resultar terapéutico.
Sumergirse en el mar permite al organismo entrar en contacto con sustancias disueltas en él como sales y microorganismos que pueden potenciar la salud a la vez que nutren y equilibran la piel. No en vano resulta curiosa la similitud que existe entre la proporción de sales de las aguas oceánicas y la del plasma sanguíneo y el líquido amniótico.
El masaje de las olas, el estímulo del sol, la posibilidad de caminar descalzos sobre la arena, o el aire más puro que se respira en la costa, son otros de los motivos por los que disfrutar de la playa y del mar constituye una cura de salud y belleza.
Beneficios de las sales del mar
El agua de mar contiene alrededor del 3,5% de sales, compuestas en su mayor parte por cloruro sódico. Estas se encuentran a menudo en productos cosméticos por sus propiedades para piel.
Por un lado poseen una interesante capacidad antiséptica. Por otro, favorecen la secreción de saliva y disminuyen la producción de sarro, lo que explica la eficacia de las pastas dentales salinas.
Las sales marinas son también el ingrediente principal de las sales de baño, que se emplean generalmente con fines relajantes.
De todas las sales marinas destacan por sus particularidades las del Mar Muerto, un lago que se encuentra a 400 metros bajo el nivel del mar entre Israel, Jordania y Palestina.
Su nombre procede de su alta concentración en sales (diez veces superior a la del océano), que hace que las personas floten cómodamente en sus aguas.
Contrariamente a lo que este nombre sugiere sus sales atesoran numerosos oligoelementos, lo que las convierte en un excepcional tratamiento para la piel y en una verdadera fuente para la vida.
Estas sales poseen en orden de mayor a menor concentración:
- Cloruro sódico, beneficioso para la circulación linfática y las defensas.
- Cloruro de magnesio, que ayuda a reducir el estrés, a relajar la piel y a combatir las alergias.
- Cloruro de calcio, un buen aliado de la circulación sanguínea.
- Cloruro potásico, un equilibrante iónico.
- Bromuro de magnesio, que actúa como relajante y descontracturante muscular.
- Sulfato de calcio, que fortalece uñas y huesos.
Y así hasta 21 oligoelementos que constituyen un gran alimento para la piel.
Las sales del Mar Muerto pueden emplearse para mejorar el acné, dada su capacidad antiséptica; disminuir la celulitis gracias a su poder drenante; y eliminar los picores en casos de eccemas, alergias e incluso psoriasis.
¿Cómo utilizar las sales?
Para tratar zonas concretas basta con mezclar en un litro de agua dos cucharadas de sales y aplicar esta mezcla sobre la zona de la piel que se quiere curar. También se puede realizar un baño simplemente añadiéndolas a la bañera.
Otra manera de emplearlas es mezclando un poco de sal en una cucharada de aceite de oliva virgen. Con esta fórmula se puederealizar un peeling para eliminar las durezas de talones y codos o realizar suaves fricciones en el cuero cabelludo a fin de estimular la circulación capilar y mejorar la alopecia.
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