¿Por qué el año de San José y las indulgencias?
Por: María García de Fleury
Cuando Dios decidió funda la familia divina en la tierra eligió a San José para que fuera el custodio de la sagrada familia de Nazaret, el esposo de la santísima Virgen María y el padre legal de Jesús. San José al igual que lo hizo la virgen María le dijo sí a Dios acogiendo y viviendo el misterio de la encarnación y el misterio de la misión redentora de Jesús.
San José era un carpintero que trabajaba honestamente para asegurar el sustento de su familia, de él Jesús aprendió el valor, la dignidad y la alegría de lo que significa comer el pan que es el fruto del propio trabajo. La vida espiritual de José es solamente una vida de acogida, una vida de donación de sí mismo, una vida de amar al niño Jesús y a su madre y al hacerlo estaba construyendo una historia mucho más grande, con un significado muy profundo, su silencio sin quejas mostró una fe y confianza absoluta en Dios.
San José se mostró como padre en la ternura, padre en la obediencia, padre en la acogida, padre de la valentía creativa, padre trabajador y padre en la sombra.
El Papa Francisco convocó a un año dedicado a San José en la carta apostólica “Patris corde” entre el 8 de diciembre de 2020 y el 8 de diciembre de 2021. Leyendo la carta encontramos un triple motivo para esto; primero se celebra el 150 aniversario de San José como patrono de la iglesia universal por el Papa Pio IX, el 8 de diciembre de 1870, en segundo lugar, porque la pandemia del Covid-19 ha hecho que muchas personas estén realizando esfuerzos para proteger a otras personas, esfuerzos ocultos para proteger a otros, al igual que San José protegió y cuidó en silencio a Jesús y María. El Papa dice que todos pueden encontrar en San José el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta, un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad.
En tercer lugar, para resaltar el papel de San José como padre que sirvió a su familia con caridad y humildad y porque la iglesia de hoy necesita padres, papás de familia. De esta manera, todos los fieles, siguiendo el ejemplo de San José pueden fortalecer diariamente su vida de fe en cumplimiento pleno con la voluntad de Dios. El papa señaló que este año de San José se pueden alcanzar indulgencias especiales a todas aquellas personas que celebren este año.
La indulgencia plenaria se concede en las condiciones habituales; confesión sacramental, comunión eucarística, oración según las intenciones del Papa, a los fieles que con espíritu desprendido de cualquier pecado participen en las actividades del año de San José, a quienes mediten durante al menos 30 minutos en el rezo del Padre Nuestro o participen en un retiro espiritual de al menos un día que incluya una meditación sobre San José, a quienes realicen una obra de misericordia corporal o espiritual.
Recen el rosario en familia y entre los novios, recen por los que buscan trabajo digno, a quienes confíen su trabajo diario a San José, recen las letanías de San José, recen por la iglesia.
Amigos, los católicos no adoramos a los santos, pero si podemos pedir su intercesión ante Dios y podemos imitar sus virtudes aquí en la tierra, San José enseña que el verdadero poder es el servicio porque Jesús dijo que él había venido a servir y no a ser servido, Jesús es Dios y con Dios ¡siempre ganamos!