¿Por qué Dios no evita el mal?, Por María García de Fleury
por: María García de Fleury
Si Dios es bueno, ¿Por qué existe el mal y el sufrimiento?, frente a la gran cantidad de guerras, cataclismos, genocidios, enfermedades, hambruna, y otros males que retuercen al mundo y ofenden a la humanidad entera las personas se preguntan sobre el enigma que plantea la existencia del mal.
Si Dios es bueno, cómo es posible que exista tanta maldad, tristeza y sufrimiento donde quiera que miremos, cómo explicar que ocurran cosas terribles, pues la biblia da una respuesta muy clara y dice que Satanás, a quien Cristo llamó padre de la mentira y homicida desde el principio, siempre ha querido destruir lo que Dios creó y estableció.
Cuando una persona le permite a Satanás entrar en su vida, aunque sea con juegos aparentemente inocentes como la Ouija, la lectura del tarot, el espiritismo, la brujería, le está abriendo la puerta a Satanás para que entre en su vida. Hay otras formas de influencias satánicas, es decir, influencias del mal y de las cuales debemos cuidarnos como son la mentira, la injusticia, la violencia, la libertad mal entendida, el sustituir la ley de Dios como criterio de moralidad, películas y música donde se habla del demonio y se le invoca. Amigos, estamos aceptando y viviendo en el mal cuando a propósito nos alejamos de la oración y de los sacramentos.
Hay que distinguir entre el mal físico y el mal moral, el mal físico se produce cuando se cruzan y chocan fuerzas físicas y químicas que existen independientemente de nosotros, por ejemplo, no podemos controlar que un rayo caerá cerca de nuestra casa, la bacateria que se difunde por todos lados, el mosquito que transmite la malaria, el terremoto que derrumba cientos de casas, etc.
Existe otro mal que si depende de cada uno y es el mla moral, este mal nace cuando usamos nuestra libertad no para hacer el bien sino para buscar un fin egoísta que implica dañar a otros; este mal es la fuente de muchos dolores y angustias de la humanidad. Dios no evita el mal porque cualquier intervención en nuestras decisiones significaría quitarnos la libertad eliminando nuestro individualismo y humanidad.
Todos podemos decidir entre seguir los designios de Dios o no hacerlo, por lo tanto el origen del mal moral está en el mal uso de nuestra libertad, los males físicos son solo consecuencia de este primer mal.
Dios permite el mal aunque no lo desea, porque quiere una relación con nosotros, Dios siempre saca bienes de los males y sobretodo siempre hará brillar su justicia, así la cruel muerte de Cristo fue un terrible sufrimiento de la cual se consiguió el mayor bien conseguible: la salvación de todos.
Si queremos luchar contra el mal y desterrarlo del mundo, comencemos por nosotros mismos, somos los responsables de quitarlo del mundo y lo haremos contraponiéndole el bien. Cristo con su amor a nosotros hasta la muerte en la cruz mostró que le sufrimiento es inevitable en esta vida, pero que puede ser una cosa buena y hasta causa de redención eterna.
Si queremos el bien tenemos que hacerlo libremente, Dios no nos forza a hacerlo, Dios quiere nuestro amor libre, ¿De qué le sirve un amor obligado?, pongámonos del lado de Cristo siguiendo sus enseñanzas en el evangelio, recemos a diario el rosario, hagamos oración para acercarnos a Dios, regresemos a los sacramentos porque ellos llevan a Dios y con Dios siempre ganamos.