Polaca Agnieszka Radwanska gana el Abierto de tenis de China
EFE
La polaca Agnieszka Radwanska, número tres del mundo, reeditó este domingo el título del Abierto de China, cinco años después de ganarlo por primera vez, tras barrer en la final a la británica Johanna Konta, undécima favorita, por 6-4 y 6-2.
En su tercera final en Pekín, la polaca, de 27 años, levantó su segunda corona y sucedió en el palmarés a la española Garbiñe Muguruza, vencedora el año pasado y eliminada esta temporada por la checa Petra Kvitova en tercera ronda.
Radwanska, que se mostró muy superior en todo momento, ganó el título en una hora y 35 minutos.
La polaca adquirió muy pronto una ventaja que le garantizaba cierta tranquilidad al adelantarse por 5-2 en el primer set, aunque Konta, de 25 años y en el puesto 14 de la WTA, se soltó y la hizo sufrir para adjudicarse la primera manga (6-4).
En la segunda, la arrancada de Radwanska fue todavía más potente y, con un tenis muy sólido, puso un 5-1 a su favor en el marcador.
La británica se anotó el siguiente juego y acortó distancias (5-2), pero su rival se esforzó por cortar cualquier conato de remontada y finalmente se llevó el set, el partido y el torneo.
La polaca concluye su participación en Pekín sin haber cedido un solo set y tras descabalgar en eliminatorias previas a la china Wang Qiang, la rusa Ekaterina Makarova, la danesa Caroline Wozniacki, la kazaja Yaroslava Shvedova y la ucraniana Elina Svitolina.
Se trata del tercer título de clase «Premier» -los más importantes después de los «Grand Slam»- en la carrera de Radwanska, tras los logrados en Pekín en 2011 y en Miami al año siguiente.
Así, la polaca se sitúa junto a la estadounidense Serena Williams, la bielorrusa Victoria Azarenka y la rusa Maria Sharapova como las únicas con tres o más torneos de esta categoría en la historia.
Además, Radwanska, tercera tenista en repetir título en Pekín, obtiene un botín de 1.000 puntos para la clasificación de la WTA y de 1.111.945 dólares.
Konta, por su parte, se conformará con un premio de 556.440 dólares y 650 puntos que le permitirán escalar hasta la novena posición del «ránking» y convertirse en la primera británica en 32 años en estar entre las diez mejores tenistas del mundo.