Peregrinaciones
Por María García de Fleury
las primeras peregrinaciones cristianas datan del siglo iii cuando se empezaron a hacer a lugares relacionados con el naciomiento, crucifixión y la resurección de Jesús.
Hubo una serie de Padres de la Iglesia como San jerónimo que las animaron y se establecieron de manera formal cuando Santa Elena, la mamá del Emperador Constantino el Grande fue en peregrinación a Tierra Santa. Producto de esta peregrinación Constantino construyó una basílica en el mismo lugar donde ocurrió la crucificción. La terminaron en el año 335 y se conoce como la Basílica del Santo Sepulcro, además se construyo la Capilla del Calvario. La iglesia contenía e sepulcro o la Tumba de CRisto.
Muchos cristianos peregrinaban para llegar a Jerusalén y adorar en estos lugares la vida de Jesús. Estas peregrinaciones se realizaban sobre todo en tiempos de Cuaresma.
Como el viaje era largo y arduo, los peregrinos iban a pie y practicaban la disciplina espiritual de las renuncias al dejar detrás las comodidades de su vida cotidiana y familiar, así como dedicaban mucho tiempo a la introspección y la oración. Se desarrollaron también peregrinaciones a Roma a las tumbas de San Pedro y San Pablo. Las peregrinaciones en honor a la Virgen María se hicieron cada vez mas populares entre los siglos V, VI y VII, principalmente hacia Nazareth. Entre los siglos XIV y XVII lograron un gran esplendor y una inmensa participación.
Hoy en el Siglo XXI son muchísimas las ermitas, iglesias, basílicas, santuarios y catedrales dedicadas a la Virgen MAría, que reciben la visita de peregrinos que van a rezar a la Madre de Dios.
No existe una formula específica para hacer una peregrinación, sino que estas arrancan del amor, cariño, veneración y la piedad de los fieles, mientras que la peregrinación ofrece la posibilidad de reencontrarnos con nuestra propia historia cristiana, nuestra realidad transitoria en este mundo, al mismo tiempo que cumple con un sentido social: la de manifestar públicamente la pertenencia a la iglesia.
La peregrinación es un momento oportuno para recargar las energías, recobrar nuevos vigores e impulsos para llevar y hacer presente la gracia de DIos en nuestras vidas.
San Juan Pablo II decía que peregrinar es una forma de darle un nuevo sentido, un nuevo impulso a la evangelización. Con sus viajes, los Papas mas recientes se han convertido en un modelo del peregrino, pues recuerdan que el cristiano es antetodo un peregrino y que la iglesia misma es un pueblo peregrino.
La invitación es que en esta cuaresma hagamos una peregrinación es que hagamos es esta Cuaresma una peregrinación espiritual para acompañar a Jesús en su vida, leyendo uno de los cuatro evangelios, fomentando las practicas de oración y arrepentimiento.
Estos cuarenta días de peregrinación espiritual son como emprender un viaje donde encontraremos senderos de montañas, aguas tormentosas, parajes muy bellos y momentos en que tendremos las tentaciones de flaquear, en ese momento visita el Santísimo, de rodilla pídele a Dios poder acompañarlo, Dios te va a ayudar en este peregrinaje espiritual de Cuaresma y vas a sentir gran az y gran felicidad porque con Dios Siempre ganamos.
Únete a nuestro canal de Telegram, información sin censura: https://t.me/canal800noticias