Pasó más de 264 horas sin dormir en directo para batir un récord - 800Noticias
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Que el Guinness World Records es territorio abonado para gente dispuesta a romper las plusmarcas más excéntricas del planeta, como la de pasar el mayor tiempo posible sumergido en hielo, cubrirse de abejas o patinar con las manos, no es ninguna novedad. Pero incluso en el loco universo Guinness hay límites.

Desde 1997 sus jueces no aceptan las propuestas de quienes aspiran al título de «persona que más tiempo pasa sin dormir». El motivo es bastante sencillo: además de difícil, resulta peligroso. La privación de sueño acarrea riesgos y a ahora mismo el récord está ya en una marca delirante de 453 horas y 40 minutos, casi 19 días seguidos.

Eso no ha impedido a Norme, un streamer australiano, aceptar al desafío.

El streamer que no se va a cama. Podrá discutirse si ha tenido más o menos éxito en su empeño de batir el récord de vigilia o si su intento es o no válido, pero desde luego algo sí ha logrado el streamer Norme con su temerario desafío: fama. El youtuber, que supera los 1,2 millones de suscriptores en su canal, se ha colado en medios de medio mundo tanto por lo peculiar del reto como por lo accidentado que ha resultado su ejecución, marcada por baneos y una visita de la policía.

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El polémico reto estuvo marcado por las interrupciones. YouTube acabó bloqueando la retransmisión, lo que llevó a Norme a dirigirse a Kick, donde también acabó baneado. Para completar el desafío ante unos  9.000 espectadores —llegó a alcanzar picos de más de 40.000— tuvo que recurrir a Rumble.

Por si esos saltos de plataforma —que le obligaron a pasar breves períodos alejado de las cámaras— no fueran curiosos de por sí, Norme recibió una visita de la policía y una ambulancia por el riesgo que el reto suponía para su salud.

¿Y lo consiguió al final? Lo que consiguió fue una retransmisión viral de casi 265 horas y superar las 264 horas en directo supuestamente sin conciliar el sueño. Que eso sea un récord válido puede debatirse. Y no solo por el tiempo que estuvo alejado de las cámaras. Su marca supera la de Gardner, pero el propio Guinness World Records explica que desde entonces el récord se ha superó varias veces.

La primera vez se elevó a 266 horas y 30 minutos. Y más tarde, de forma sucesiva, a 276 horas, casi 283, 288, 449 y finalmente los sorprendentes 453 horas y 40 minutos alcanzados por Robert McDonalds en California en los años 80.

Xataka

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