Paradura del niño, patrimonio venezolano que une a las familias
Evely Orta
Con el pasar del los años algunas tradiciones se han perdido en el tiempo, y hemos adoptado otras que poco o nada tienen que ver con nuestras costumbres. Partiendo de esta premisa se nos presenta una celebración que sobrevive en los andes venezolanos: es la Paradura del Niño, rica en fe, y que promueve la unión de las comunidades en torno al Jesús niño. En el siguiente trabajo rememoraremos el origen y cómo se festeja en este rincón de Venezuela.
La Paradura del Niño es una celebración única que se realiza en los andes venezolanos, dónde en cada pueblo, las familias diseñan un pesebre ocultando con un pañuelo al Niño Jesús. La actividad se celebra entre el 1 y 2 de febrero, día de la Candelaria, y que marca el final de la Navidad.
Esos dos días los andinos piden al Niño Jesús que bendiga a sus familias y hogares, le rinden tributo con balada o villancico tradicional, se colocan dulces a los píes que luego son repartidos entre los presentes. En la Paradura del Niño no solo se celebra el nacimiento de Jesús, sino también su infancia.
Dónde esta el Niño
La Paradura del Niño – Patrimonio Cultural- también llamada «robo y búsqueda del Niño Jesús», es una celebración católica en la que una representación del Niño Jesús ya puede pararse para emprender su camino.
Durante el acto, niños, jóvenes y adultos personifican a la Virgen María, a San José, los tres Reyes Magos, ángeles, pastores y diversos personajes que se suman a los primeros pasos del hijo de Dios.
En la celebración se acostumbra rezar un rosario y cantar versos al Niño Jesús para exaltar el hecho de que ya puede pararse, según sus creencias; a ello se debe el nombre de la festividad.
Cuenta la leyenda, sobre la Paradura del Niño, que la tradición de pedir bendiciones a Jesús se origina cuando una madre perdió a su hijo y al poco tiempo lo encontró de allí que en algunos pueblos se roban la imagen del Niño Jesús para iniciar la búsqueda una vez que lo encuentran lo devuelven a su pesebre original, para rezar y cantar villancicos.
La periodista e investigadora, María Fernanda Rodríguez, cita en su trabajo » La crisis no detiene la Paradura del Niño», que la historia se remonta a la presencia evangelizadora de los agustinos en los andes venezolanos, hacia el siglo XVII.
Lo cierto es que la devoción por nuestro Señor Jesús, esta presente en cada corazón, y en el caso de los venezolanos se festeja entre costumbre y tradiciones que enriquecen la fe en especial entre los niños y jóvenes. Sumémonos en el 2024 a esta adoración tan especial.
Importancia de rescatar esta tradición andina
La Paradura del Niño tiene la particularidad de unir familias y pueblos, el seminarista Román Stanly, destaca la importancia de esta tradición católica.
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