Pandemia ha acentuado los comportamientos de riesgo de los enfermos crónicos
EFE
La pandemia de coronavirus ha acentuado una buena parte de los comportamientos de riesgo de los enfermos crónicos y a largo plazo esto podría causar presiones adicionales sobre los servicios de sanidad de los países, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de la segunda evaluación que hace la organización sobre la evolución de las enfermedades no transmisibles, que afectan al 22 % de la población mundial y que cada año causan la muerte de 41 millones de personas.
Eso representa el 70 % de la mortalidad global, una tasa que la comunidad internacional se comprometió a intentar reducir en un tercio para 2030 cuando adoptó los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en 2015.
Además, 15 de los 41 millones de muertes anuales por enfermedades no transmisibles son consideradas prematuras al ocurrir en personas entre 30 y 69 años que sufren enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas.
El 85 % de esas muertes prematuras ocurren en países de renta media y baja.
La reflexión de la OMS es que la pandemia misma y las medidas tomadas en muchos países para contenerla, en particular los confinamientos, han incrementado ciertos comportamientos de riesgo, como la inactividad física, las dietas insanas y el consumo dañino de alcohol.
Según investigaciones que se han realizado desde que apareció el nuevo coronavirus, los enfermos con diabetes tienen tres veces más probabilidades de tener síntomas severos o de morir por COVID.
En el caso de la hipertensión el riesgo es 2,3 veces mayor, en el de afecciones cardiovasculares de 2,9, y 3,9 veces mayor en personas que han sufrido infartos cerebrales.
Según informaciones recogidas y documentadas por la OMS, los enfermos de asma también tienden a sufrir complicaciones por COVID.
Asimismo, un estudio realizado en Wuhan (China), donde se descubrió el virus inicialmente, ha corroborado una mayor mortalidad entre personas con cáncer, en particular con leucemia.
En cuanto a estilos de vida, el informe de la OMS menciona que la obesidad, y el consumo de tabaco y de alcohol aumentan igualmente la posibilidad de sufrir la COVID-19 en sus formas más severas.
En este contexto, «es probable que la presión sobre los servicios de sanidad aumente a largo plazo, una vez que se restablezcan y a causa del posible aumento de complicaciones cardiovasculares y respiratorias entre los supervivientes de la COVID».