#OPINIÓN | Vivió para enseñar el valor de la vida, por María García de Fleury - 800Noticias
800Noticias
Religión

María García de Fleury

El 31 de agosto la Iglesia celebra a San Ramón Nonato. Su madre murió justo en el momento que iba dar a luz y ya fallecida los médicos, conscientes de la importancia y de la dignidad de la vida, le hicieron cesárea para que el niño naciera.

Al niño le pusieron por nombre Ramón  y el sobrenombre que le tenían era «Nonato». Por este hecho es tradicionalmente considerado el patrón de las embarazadas, las mujeres que van a dar a luz, las parteras y los recién nacidos.

De joven adulto, Ramón se unió a la congregación de los mercedarios, en Barcelona, España, y fue a Argelia a rescatar esclavos.

Pagaban dinero para rescatar a los esclavos que estaban en manos de los musulmanes. Cuando se les acabó el dinero, Ramón permaneció como rehén de varios esclavos y cuando el gobernador se enteró que había convertido a varios musulmanes, le mandó a poner un candado en la boca. Cuando supo que continuaba predicando, fue condenado a morir.

Ramón logró escapar a la sentencia de muerte debido al rescate que propuso les llevaría. Fue torturado por continuar sus actividades evangelizadoras pero ocho meses después fue rescatado por Pedro Nolasco.

A su regreso a Barcerlona, en 1239, fue nombrado Cardenal por el Papa Gregorio IX. Murió cerca de Barcelona, en 1240, mientras de dirigía a Roma.

La vida de San Ramón Nonato fue siempre la de una defensa a la dignidad humana, a la libertad, empezando por la vida biológica de las personas, en todas las fases de su desarrollo.

El término «vida humana» se entiende plenamente en sus expresiones corporales, psicológicas y espirituales, y se deben respetar todas esas dimensiones. San Ramón Nonato entendía esto por su propia experiencia.

Su vida enseña la necesidad urgente de educar las conciencias a favor de la vida, ante un tiempo en el que crece la violencia y el desprecio de la vida humana.

San Ramón Nonato y su vida tienen inmensa actualidad, pues aprende de él es considerar la cuestión de la vida y su defensa como un deber de todos los que aspiren a la verdad y una denuncia a ver a los seres humanos, cualquiera sea su condición, como un producto humano, tal y como algunos legisladores o como personas que están trabajando en biotecnología que están jugando con la cuestión crucial de que el hombre se creó a si mismo o ha sido creado por Dios.

Nosotros creemos firmemente que el hombre ha sido creado por Dios con una misión y un fin, y hacia él debemos tender. Porque con Dios, ¡siempre ganamos!