OPINIÓN | ¿Son todas las religiones iguales?, por María García De Fleury
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¿Son todas las religiones iguales?, empecemos por preguntar.
Dos más dos son cuatro. Dos más dos son seis. Uno de los dos está equivocado. Los dos no pueden estar en lo correcto.
Si vas al Corán, se dice «Jesucristo no es el hijo de Dios». Si vas a la Biblia dice «Dios amó tanto al mundo que le mandó a su hijo único». Los dos no pueden estar en lo correcto; uno tiene que estar equivocado. Entonces es absurdo decir que una fe, que es totalmente opuesta a otra, las dos son válidas.
El Budismo dice que no existe Dios y tampoco el alma. El Hinduísmo dice que sí existe el alma. Uno de los dos no está en lo correcto.
El Judaísmo dice que Jesús no es el Mesías. Los católicos decimos que Jesús es el Mesías. Alguno tiene que estar equivocado. Por eso es absurdo decir que una fe, que es totalmente opuesta a otra, las dos son válidas.
Es interesante ver como todas las grandes religiones se menciona a Jesús. Si queremos ser estudiantes series de religión no podemos dejar de mencionar a Jesucristo.
Los hindúes dicen que Jesús es uno de los 125 avatares. Los musulmanes dicen que es el cuarto de los cinco grandes profetas.Los judíos dicen que Jesús se autoproclama como el Mesías y hasta dicen que hizo milagros.
Nadie duda que Jesús fue un personaje histórico que cambió el mundo y es el centro del mundo. Históricamente está comprobado que Jesús existió. Su muerte y su resurrección son datos históricos. Hay más datos de las evidencias de la resurrección de Jesús que de todas las antigüedades.
Muchas religiones tendrán parte que será verdad y otras que tendrá errores. La Iglesia católica acepta lo que en otras religiones hay de verdadero y de santo.
Considero con sincero respeto los modos de obrar y de vivir; los preceptos y las doctrinas que, aunque discrepan en muchos puntos, a veces reflejan un destello de aquella verdad que ilumina a todos los hombres.
Si todas las religiones hacen referencia a Jesucristo quiere decir que lo reconocen. Mucho más que un camino, la verdad es una persona. Y esa persona es Jesucristo. La Iglesia es su cuerpo; el cuerpo místico de Jesucristo. Cristo es Dios, y con Dios ¡Siempre ganamos!
