#Opinión | «Santos son modelos», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Los Santos son modelos de excelencia humana, perfeccionados por la vida de Cristo y la comunicación de su espíritu. Demuestran con sus vidas cómo vivir y cómo morir. Señalan constantemente el horizonte del amor que conduce a la realización de todo deseo humano que es la comunión eterna con Dios.
La tradición católica tiene una larga data honrando y venerando los Santos, esta tradición parece desconcertante para algunas personas, pero nos preguntamos, ¿qué es importante en la vida de los Santos, qué tiene que ver conmigo, aquí y ahora, un santo?
Nadie nace Santo, todos debemos convertirnos en Santos por la gracia de Dios y todos tenemos el potencial para hacerlo. Convertirse en Santo es un proceso de transformación en cooperación con Dios, comienza con la fe en Cristo y el bautismo, continúa con una vida vivida sacramentalmente en el corazón de la Iglesia, fortalecida por el espíritu y en unión con Cristo que es maestro y rey, y nosotros como discípulos suyos, como otros Cristos, es una vida vivida en armonía con el plan de Dios, es una vida de amor y felicidad, una vida donde aprendemos a llevar la propia cruz.
Así fue la vida, por ejemplo, de José Gregorio Hernández, de quien ya concluyeron las celebraciones de la exhumación de sus restos, y como dijeron tanto el cardenal Baltazar Porras como el padre Armelim de Sousa, fue un momento y un tiempo de celebración, de festividad, porque celebramos a nuestro hermano que está en el cielo y va a ser elevado a beato dentro de la Iglesia Universal.
Fue por la fe y la devoción de la mamá de Yaxury Solórzano que el doctor Hernández intercedió frente a Dios para realizar el milagro a la niña. La fe de una madre que ruega, pide por su hija, cambió el rumbo de la historia, viendo su hija sanada y a El Venerable doctor Hernández llegar a ser beato.
La señora Carmen no hizo nada extraordinario sino lo que una madre que ama su hija haría, rogar por ella. Hoy, día de todos los Santos, agradecemos al papá y a la mamá de Yaxury por su fe, su presencia de ánimo y amor hacia su hija. José Gregorio es elevado a beato gracias a ellos.
El caso de José Gregorio en vida fue uno de una persona reconocida por todos como alguien muy especial, tan especial que cuando lo iban a enterrar, el grito de todos era ¡ha muerto un santo!
Hay otros Santos y santas que son desconocidas por la multitud, pero sus vidas han estado escondidas en Dios. Amigos, los Santos y Santas son ejemplos irrepetibles, únicos y ejemplares de lo que significa vivir la vida humana al máximo. Muestran tanto el verdadero objetivo de la humanidad como la manera en cómo lograr ese objetivo.
En virtud de esa unión total con Cristo, los Santos ofrecen constantemente a la humanidad un modelo de vida digno de ser duplicado, la vida de los Santos grita la gloria de Dios porque ¡con Dios siempre ganamos!
