#OPINIÓN | Santa Elena, primera peregrina. Tierra Santa
María García de Fleury
Flavia Julia Elena nació nació en Turquía alrededor del año 248, después de Cristo. A los 22 años conoció a Constancio. Se casaron y tuvieron un hijo, Constantino. Doce años después Constancio se convirtió en César del Augusto Maximiano en Occidente, en la tetrarquía que gobernaba el imperio romano. Por eso, se divorció de Elena, por razones políticas, y se casó con Teodora, la hija de Maximiano.
Desde entonces, hasta que Constantino se convirtió en emperador, la vida de Elena pasó una relativa oscuridad y probablemente estuvo privada de la compañía de su hijo. Quizá debido a esto se la ve como una protectora de quienes se en encuentran en procesos de divorcio.
Alrededor del año 306, después que las tropas de Constancio proclamaron a Constantino como sucesor de su padre, Elena se unió a la Corte de su hijo.
Su hijo, ahora emperador, le dio a su madre una residencia en el Palacio Cesoráneo y a partir de ese momento Elena ocupó un puesto destacado en la Corte Imperial y recibió el título de Augusta, unos años después.
Cuando Elena tenía casi 80 años se dirigió al este, y hacia Jerusalén. El historiador eclesiástico, Eusebio, describe el viaje de Helena como una peregrinación porque Helena mostraba un gran entusiasmo religioso visitando los lugares por donde había caminado Cristo, cuidaba de los pobres y necesitados y fue muy generosa en dotar de Iglesias que se construirían en lugares santos.
La tradición dice que mientras Helena estaba en Jerusalén, en los años 327, descubrió la verdadera cruz donde fue crucificado nuestro Señor Jesucristo. Ordenó que se derribara el templo de Venus y allí encontraron la tumba de Jesús y las tres cruces. Sobre esto construyó lo que es hoy día la Basílica del Santo Sepulcro.
Al poco tiempo, los restos de la cruz ya eran venerados en la Iglesia del Santo Sepulcro. Hoy, dentro de esta Iglesia del Santo Sepulcro, hay 29 escalones que conducen a la capilla armenia de Santa Helena donde dice que se encuentran las reliquias de la cruz.
Los restos de la cruz de Cristo se trasladaron a Roma y se exhiben en la Basílica de la Santa Cruz. Helena también fue a Belén donde construyó otra Iglesia sobre la cueva donde nació Jesús. También en Jerusalén construyó una tercera Basílica, en el Monte de Los Olivos, donde Jesús oró y donde, años más tarde, ascendió al cielo.
Poco después de su viaje al este, Elena falleció. Fue enterrada en Roma en un Mausoleo que Constantino construyó para ella, cerca de la Iglesia de San Marcelino y de Pedro.
Helena fue a Jerusalén en búsqueda de las reliquias de Jesucristo. Construyó tres iglesias importante para el culto del hijo de Dios. Porque sabía que él era Dios, y con Dios ¡siempre ganamos!