#OPINIÓN | Santa Clara de Asís, por María García de Fleury
María García de Fleury
Clara, jovencita italiana de una de las familias más importantes de la ciudad de Asís, en Italia, se negó a casarse a los quince años, como era costumbre de la época. Estaba muy conmovida por la predicación dinámica de su amigo Francisco, a quien conocemos como San Francisco de Asís.
A lo dieciocho años, una noche, Clara se escapó de la casa de su padre y fue recibida en el camino por frailes que llevaban antorchas y en la pequeña y pobre capilla Francisco tomó una tijera, le tomó sus largos cabellos, le dio un hábito, cambió su lujosos cinturón por una cuerda de nudos y la envió a vivir en el monasterio benedictino de San Pablo de las Abadesas.
Allí Clara se enfrentó fuertemente con su familia que no quería que se dedicara a esa vida. Clara se aferró al altar de la Iglesia. Se quitó el velo para dejar al descubierto su cabello rapado y se mantuvo firme en su decisión.
Quince días despúes, Francisco le buscó un lugar más seguro en otro convento. Al día siguiente, su hermana Inés se fugó de su casa y se fue a vivir con Clara. A las dos hermanas se le agregaron unas amigas. Francisco les consiguió una vivienda adaptada al ideal de sencillez y pobreza junto a la Iglesia de San Damián que él mismo había restaurado.
Clara y sus amigas se empezaron a llamar «Las damas pobres».Empezaron a vivir una vida sencilla, de gran pobreza, austeridad y total aislamiento del mundo, según la regla que Francisco le dio como segunda orden.
Por instrucciones de Francisco, Clara se convirtió en la abadesa del convento y así fue hasta su muerte. Servían a los enfermos, se ocupaban de los mendigos…vivían una vida de mucha oración.
Durante sus último 27 años Clara estuvo enferma. Su vida de oración era tan profunda que la llenó de sabiduría. Papas, Cardenales, Obispos, acudían a consultarla.
Un día en 1240 la zona fue atacada por los árabes. Las monjas entraron en pánico y Clara, aún estando muy enferma, buscó la custodia con el Santísimo. Se colocó en la puerta del conventoy cuando se acercaron los invasores alzó el Santísimo Sacramento y le dijo: «Te suplico, Dios mío, protege a aquellas a quienes yo no puedo proteger ahora». Y a sus hermanas les dijo: «¡No tengan miedo! Confíen en Jesús». Los árabes se paralizaron y huyeron. Esto se conoce como el milagro Eucarístico.
Santa Clara de Asís murió en 1253. Llevaba 41 años de entrega, oración, servicio a Dios, convencida de que con Dios, ¡siempre ganamos!
