#OPINIÓN | San Lucas, la Virgen y la Virgen de Coromoto, por María García de Fleury
María García de Fleury
San Lucas es uno de los cuatro escritores del Evangelio. Escribió también el hecho de los apóstoles. Era médico y se convirtió al cristianismo después de haber escuchado las prédicas de San Pablo.
Como buen médico, era investigador. Así que fue donde vivía la madre de Jesús. Allí pasó mucho tiempo hablando con ella, interrogándola acerca de cómo supo el legado de Dios, cómo se hizo madre. Ella le contó sobre Magnificat, lo que pasó en Nazarteh, lo que pasó en la cueva de Belén, a dónde fueron cuando huyeron a Egipto, qué pasó en su vida pública de Jesús, cómo se sintió ella, cómo fue la muerte de Jesús, qué pasó después. Toda la vida de Jesús , San Lucas la escuchó con una serie de detalles muy personales, y desde el punto de vista de la madre.
En los tiempos de San Lucas los médicos aprendían a dibujar porque para poder conocer las distintas partes del cuerpo humano (por dónde van las venas, por dónde van los nervios, los músculos) tenían que pintarlos; y acostumbrado a dibujar, mientras hablaba con la Virgen hacía dibujos de ella.
De él son las primera imágenes que tiene el mundo de cómo era la madre de Jesucristo, pintadas todas sobre madera. Entre ellas, el cuadro «Salus Populi Romani», que significa la «Protectora del Pueblo Romano», que es una imagen tan venerada. Y dicen que ese cuadro San Lucas lo pintó sobre un trozo de madera, de la mesa que usó Jesús en la última cena con los Apóstoles,
Entre los años 54 y 60 San Lucas pasaba por Napoles, en Italia, junto con San Pablo. Allí conoció al Obispo Aspreno, quien le pidió le pintara una imagen de la Virgen para su oratorio.
La imagen permaneció en el oratorio custodiada de la vista de los primeros fieles hasta que el Emperador Constantino ordenó que se expusiera al público. Esta fue la primera imagen de la Virgen a la que se le dio culto. Por eso la llamaron «La Virgen del principio» y le atribuyeron enormes e innumerables milagros, y todos los documentaron.
Lo más interesante de esto es que tiene una asombrosa similitud con la imagen de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela que ella dejó en las manos del cacique.
330 años antes de la aparición de Guanare, la Virgen ya estaba retratada con gran similitud en un gran templo de Napoles. Lo que podemos concluir es que la madre del Salvador quiso entregarle a Venezuela, mediante un representante legítimo de su tierra, el cacique Coromoto y su familia, su mensaje de amor y de protección que indica su voluntad de ser reconocida y representada entre nosotros con la figura originaria con la cual se inició su culto para que los habitantes de esta tierra la veneren como Madre de Dios…porque con Dios, ¡siempre ganamos!