Opinión | Qué representa María Auxiliadora, por María García de Fleury
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En las fiestas de María Auxiliadora es interesante saber que desde los primeros tiempos del cristianismo ya se hablaba y se invocaba a la Madre de Dios como la auxiliadora de los cristianos.
Fue San Juan Bosco en 1865 quien mandó a pintar un cuadro muy específico para esta advocación: en el centro está la Virgen Santísima, de pie, coronada y sobre una nube. La corona real está rodeada por 12 estrellas. En su brazo izquierdo carga al Niño Jesús, también coronado, con los brazos abiertos haciendo un gesto de llamada, de acogida, de entrega.
En el brazo derecho, la Virgen sostiene el cetro que simboliza el poder de María que siempre actuará en favor de nosotros, sus hijos, guiándonos, protegiéndonos e incluso combatiendo por nosotros los que acudimos con confianza a pedir su auxilio.
Está rodeada por un grupo de ángeles que le rinden honores como su reina del cielo y de la tierra y de todo lo creado. De la parte de arriba sale un rayo de luz celestial que sale desde el ojo de Dios y se posa sobre la Virgen y el niño.
Un poco más abajo esta una paloma que representa el Espíritu Santo del que salen otros rayos que se posan sobre la Virgen recordando la Anunciación.
Es así como podemos apreciar a la Virgen María como parte central de la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En la parte inferior del cuadro se encuentran los apóstoles, los cuatro evangelistas y San Pablo. Este cuadro simboliza que María, iluminada por Dios y el Espíritu Santo, es madre y modelo de la Iglesia que Cristo fundó…y que con Dios ¡siempre ganamos!