OPINIÓN | José Gregorio Hernández tomó buenas decisiones

María García de Fleury

José Gregorio Hernández quería estudiar derecho para defender a los demás, sobre todo a los más pobres. Pero su padre le sugirió que estudiara medicina, de manera de poder regresar a Isnotú y trabajar en el campo de la salud, un campo tan necesario para la gente del lugar y con escaso personal bien preparado.

José Gregorio aceptó la propuesta y tomó la decisión de que al graduarse de bachiller ingresaría a la Universidad a estudiar medicina. Destacando su gusto por la música, José Gregorio se compró un armonio y recibió clases de piano.

En casa de su amigo, Santos Aníbal Dominicci compartían tenidas de piano y fiestas. La situación económica lo apretó en muchas oportunidades, por lo que decidió aprender de un amigo sastre a hacerse su propia ropa y junto con sus estudios de medicina vio la necesidad de dar clases particulares para ayudarse a sí mismo y a sus hermanos.

José Gregorio tomaba sus decisiones haciendo oración, poniéndose en manos de Dios. Por eso, todas sus decisiones fueron buenas porque con Dios, ¡siempre ganamos!