#OPINIÓN | Conclusiones de la vida y obra de José Gregorio Hernández - 800Noticias
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María García de Fleury

Queremos hacer una breve conclusión y decir que en la vida del doctor José Gregorio Hernández no hubo prodigios extraordinarios. Tampoco grandes heroísmos. Fue un hombre que supo cuál era el sentido de su vida. Vivió conscientemente su cristianismo. José Gregorio hizo de Venezuela un mejor país, pues supo combinar su ser profesional con su ser cristiano.

Ejerció su profesión con responsabilidad y honestidad, viviendo intensamente su fe en Jesucristo y en la Iglesia. Fundó su reputación sobre la pericia, la ciencia, la honradez y la abnegación. Sabía que ser médico, investigador, maestro, pedagogo, filósofo es ser un simple instrumento de Dios en medio de la sociedad.

Tuvo una visión de la sociedad centrada en la persona humana y sus derechos inalienables. En los valores de la justicia y de la paz. En una correcta relación entre individuo, sociedad y estado. En la lógica de la solidaridad y la subsidiariedad.

Su visión humanista cristiana de la sociedad le permitió luchar por encaminar la promoción de todo hombre y de todo ser humano. Esta provenía de su amor al prójimo y su amor a Dios. Firme en sus convicciones, José Gregorio enseñaba, con su palabra y ejemplo, la práctica de la verdadera caridad cristiana.

Su generosidad y confianza en Dios lo llevó a ofrecer su vida para que se acabara la primera guerra mundial y se restableciera la armonía en las distintas sociedades. Por eso cuando se firmó el Tratado de paz el 28 de junio de 1919 dijo: «Ahora sé que me voy a morir pronto porque Dios aceptó el sacrificio que le ofrecí; darle mi vida con tal se acabara esa guerra tan cruel». José Gregorio falleció al día siguiente, el 29 de junio de 1919, convencido de que con Dios, ¡siempre ganamos!

Por: María García de Fleury