OPINIÓN | Corpus Christi, por María García de Fleury - 800Noticias
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Hoy se celebra la fiesta de Corpus Christi. Esta fiesta del «Cuerpo y la Sangre de Cristo» se celebra dos veces al año: el jueves santo, día de la Última Cena donde Jesús instituyó la Eucaristía; y el jueves después del domingo de La Santísima Trinidad.

Jesús dijo: «Mi cuerpo es verdadera comida. Y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna». El pan y el vino consagrado son la verdadera presencia de Cristo en el mundo.

En Venezuela hay una fiesta muy especial ese día que es el de los Diablos Danzantes de Yare. Una actividad religiosa que se remonta a 1740. Ese año había habido una gran sequía y la gente del pueblo de Yare estaba apunto de perder las cosechas. Se reunieron todos el jueves de Corpus Christi a pedirle a Dios que lloviera. Ese año llovió torrencialmente y en agradecimiento ofrecieron celebrar la fiesta de Corpus Christi con los diablos danzando, postrándose ante el Santísimo Sacramento, demostrando que el bien prevalece sobre el mar.

Se cuenta también que en una ocasión, Yare, en el día de Corpus, muy pocas personas se presentaron a la misa. El sacerdote no pudiendo realizar la procesión con tan poquitos fieles salió a la puerta de la Iglesia y dijo en voz muy alta: «¡Si no hay creyentes para sacar al Santísimo que vengan los diablos!». En ese momento el cielo empezó a tronar, llovió fortísimo, cayeron rayos y el terror se apoderó de todos.

En la actualidad, el primer baile del día se hace en el Cementerio del pueblo para rendirle homenaje a los ancestros. Luego, salen rumbo a la Iglesia. Antes de la misa, los Diablos Danzantes hacen el intento de querer entrar a la Iglesia pero los recibe el sacerdote junto al Santísimo Sacramento.

Sin entrar a la Iglesia los rocía con agua bendita y ellos se postran en señal de rendición. Nunca le dan la espalda al Santísimo. Escuchan la misa y luego piden permiso para bailar por las calles del pueblo.

Debajo de las feísimas y coloridas máscaras hay historias de venezolanos llenos de espiritualidad, fe y devoción al Santísimo Sacramento; que aseguran que Dios escucha las plegarias, las solicitudes y las cumple para gracia de los promeseros.

Celebrar el Corpus Christi es una llamada a convertirnos nosotros mismos en la presencia real de Cristo en el mundo, por nuestra forma de hablar, de vestirnos, de gesticular, de actuar, por la forma en que organizamos nuestra vida y nuestras prioridades.

Celebrar Corpus Christi es celebrar el triunfo del bien sobre el mal. Celebrar Corpus Christi es celebrar la presencia viva de Dios en nosotros…y con Dios, ¡Siempre ganamos!