#Opinión | «Baruta y sus 400 años», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
El pueblo de Baruta está celebrando los 400 años de su fundación. Baruta está ubicada al sureste del Valle de Caracas, en el antiguo Hato Baruta, fundado en 1568 por Alonso Andrea de Ledesma, donde se producía trigo, cereal, se criaba ganado vacuno y porcino.
Doce años después, el 20 de febrero de 1582, el Cabildo de Caracas ratificó la encomienda de Diego de Losada y llegaron al Hato de Baruta acompañados por los frailes franciscanos, quienes traían una imagen de la Virgen del Rosario. El indio Guaicaipuro y la India Urquía, que son los padres del Indio Baruta, los recibieron y compartieron la doctrina católica, pues quedaron cautivados con la belleza de la imagen de la Virgen.
El 19 de agosto de 1620, el gobernador Francisco de la Hoz Berríos y Oruña fundó Baruta con el nombre de San Francisco de Paula. Los textos antiguos hablan de la vía de Baruta como un pueblo de indios en la Consagración de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Baruta, que sucedió el 14 de julio de 1655.
En ese mismo pueblo cambió el nombre por el de Nuestra Señora del Rosario de Baruta, más conocido como Baruta, recordando que la Virgen había llegado 38 años antes de la fundación del pueblo. Así empezó la transformación del Hato Baruta para convertirse en pueblo.
Este pueblo de Baruta se inició con la construcción de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que es hoy templo parroquial. A su alrededor habían 16 manzanas, es decir, 16 cuadras fundacionales que estructuraban todo lo que es el casco histórico de Baruta. Frente a la iglesia se construyó la primera plaza, que era la plaza del Cristo que estaba justo en el centro del pueblo, ésta conserva su esquema tradicional y hoy día tiene la imagen de Simón Bolívar en el centro. Junto a la construcción de la iglesia, propiamente dicha, se construyó la sacristía, el cementerio y un convento para los frailes que desde allí evangelizaron toda la zona de lo que hoy conocemos como los Valles del Tuy.
Los frailes misioneros iban por los caminos sin armas ni escoltas, solamente llevaban un indio que hablaba el idioma y subían por los montes, pasando por la selva, hablándole a quienes encontraban acerca de Dios y acerca de la Virgen.
Los frailes construyeron un bohío donde colocaban una gran cruz y le enseñaban a los nativos a arrodillarse frente a la cruz y adorarla, alrededor de ese bohío con la cruz se empezaban a construir las casas de los indios. Las autoridades del pueblo que se fundaba eran los que los indios, voluntariamente, reconocían mientras que los padres dominicos y los franciscanos lo que hacían era enseñar catecismo, la devoción al rosario y a la Virgen del Rosario.
En el propio pueblo de Baruta, frente a la iglesia, los frailes enseñaban a todos, pero especialmente les enseñaban a los niños, enseñaban catecismo, el amor a Dios, a leer, a escribir, a contar. También acerca de la higiene y oficios de siembra y de cría de ganado.
Todos los sábados unían al pueblo a rezar el rosario, a cantar las letanías y la salve a nuestra señora. Así comenzó la historia del pueblo de Baruta que en el año 2020, está cumpliendo 400 años de su fundación, celebrando hoy, igual que ayer, con la devoción a la Virgen del Rosario y una gran misa para honrar a Dios pues los baruteños saben que ¡con Dios siempre ganamos!