Nueva York autoriza reinicio de las carreras de caballos y autos a partir de junio
EFE
El estado de Nueva York, el más afectado en EE.UU con el coronavirus, ha autorizado que a partir del 1 de junio reabran algunas pistas para carreras de caballos y la internacional de automóviles Watkins Glen como parte de su lenta andadura hacia su reapertura económica, aunque por ahora tendrá que ser sin fanáticos, informó este sábado el gobernador Andrew Cuomo.
«Podemos tener actividad económica sin tener una multitud, eso es genial, podemos hacer eso en este estado. Pero no hay multitudes, no hay fanáticos», afirmó durante su comparecencia diaria.
También informó que se permitirán las cirugías ambulatorias y electivas en los condados de Suffolk, en Long Island (en el sureste del estado y se extiende hasta la ciudad) así como en el de Westchester (al norte).
Cuomo no explicó el porqué se comenzarán primero en estas zonas pero sí aseguró que «nadie debe temer de ir a un hospital».
«Si necesita un procedimiento médico, debe obtenerlo. Los hospitales son lugares seguros para ir» aseguró Cuomo, quien además informó de un ligero repunte en las muertes, con 157 ocurridas el viernes, comparadas con las 132 durante el jueves.
El miércoles también se registraron 157 fallecimientos por el coronavirus en el estado. El número de muertes totales se mantuvo por debajo de 200 en la última semana.
En los renglones de hospitalizaciones e intubaciones también la curva ha seguido bajando así como los nuevos casos, con 400, comparados con los 437 del día anterior «aunque todavía es alto», indicó el gobernador para agregar que «los números han sido obstinados» y que «no queremos volver al infierno por el que pasamos».
Las muertes por coronavirus en Nueva York estuvieron cerca de las 800 por día en su pico más alto y en más de mi los contagios en un día.
«A medida que reabrimos por fases, estamos buscando todas las oportunidades para reabrir la actividad económica sin aglomeraciones» para evitar volver atrás en los contagios y muertes, indicó Cuomo, que permitió el viernes la reapertura de cinco regiones al norte del estado que cumplen con los criterios exigidos, incluidas las playas a partir del próximo fin de semana.
Sin embargo, el resto del estado, incluida la ciudad donde se concentran la mayoría de los casos, deberá esperar hasta el 28 de mayo, tras extender el jueves su plan Nueva York en Pausa, una respuesta a la pandemia que incluye el confinamiento y el cierre de negocios no esenciales entre otras medidas.
Pero, sólo si en esas regiones se registran dos semanas de caída en las muertes y hospitalizaciones, haya un ratio suficiente de camas hospitalarias y de cuidados intensivos disponibles y haya un plan para tener 30 rastreadores de contactos disponibles por cada 100.000 habitantes.
Cuomo reiteró durante su comparecencia que lo que ocurra «dependerá de lo que hagamos. Es una situación única no sólo para el Gobierno sino para la sociedad».
«No queremos que surja un pico (en la incidencia) y eso dependerá de cómo la gente actúe, de su conducta, de las máscaras, del desinfectante para manos», advirtió e indico que al parecer los nuevos contagios, que están ocurriendo en gente que se ha mantenido en cuarentena, se han propagado por personas del mismo hogar que han salido entrado al hogar.
«He tenido conversaciones con los expertos» sobre el tema y han dicho «dime cómo la gente actúa y te diré lo que pasará».
Cuomo reiteró a necesidad urgente que tiene Nueva York de obtener fondos federales para llenar un déficit en el presupuesto del estado y pidió al Senado que dé luz verde al nuevo proyecto de rescate financiero.
La Cámara de Representantes aprobó el viernes el proyecto de ley conocido como Ley de Héroes y pasó a la consideración de la Cámara Alta.
Cuomo recordó que el estado financia escuelas, hospitales, Policía, Bomberos y Gobiernos locales.
«Necesitamos financiación. Dejemos de lado la política» sostuvo al insistir en que «no somos demócratas ni republicano, Somos estadounidenses».
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 345.813 casos confirmados y 27.841 fallecidos, una cifra parecida a las de Francia y España y solo por debajo del Reino Unido e Italia.