Nuestra Señora de los Dolores, por María García de Fleury
Por María García de Fleury
La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de septiembre y está dedicada a honrar el martillo espiritual de María; la devoción a la Virgen de los Dolores es también conocida como la Amargura, la Virgen de la Piedad, o simplemente La Dolorosa y viene desde muy antiguo.
San Alberto Magno decía: ¿Por qué celebramos la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores?, y explicaba lo siguiente: «Así como tenemos grandes obligaciones para con Jesús por su pasión soportada por nuestro amor, así también tenemos grandes obligaciones para con María por el martirio que ella sufrió voluntariamente por nuestra salvación en la muerte de su hijo»
Amigos, a diferencia de los mártires que soportan tormentos físicos, María sufrió tormento de su alma, es el acto desinteresado de María al permitir que su hijo sea sacrificado por nuestra salvación lo que la convierte en la reina de los mártires.
Los 7 dolores espirituales de la Santísima Virgen que han suscitado mayor devoción son la profecía de Simeón, cuando le dijo : «Una espada atravesará tu corazón», la huida a Egipto para Herodes no matara al niño, los tres días que Jesús estuvo perdido en Jerusalén, el encuentro con Jesús llevando la cruz, presenciar la muerte de su hijo en el Calvario, cuando bajaron a Jesús de la Cruz y cuando lo colocaron en el sepulcro.
La imagen clave es nuestra Santísima Madre parada fielmente al pie de la Cruz con su hijo moribundo, el Evangelio de San Juan dice: «Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí está tu madre.»
Cuando Jesús entrega al discípulo amado a María invita a apreciar el papel de María en la Iglesia, ella simboliza la Iglesia, el discípulo amado representa a todos los creyentes, así como María fue madre de Jesús, ahora es madre de todos sus seguidores.
Al morir Jesús, entrego su espíritu, María y el espíritu cooperan para engendrar nuevos hijos de Dios es casi una repetición del relato del Evangelio de Lucas cuando habla de la concepción de Jesús.
Los cristianos podemos confiar en que seguiremos experimentando la presencia bondadosa de María y el Espíritu de Jesús a lo largo de nuestras vidas y de la historia centrándose e en la compasión de nuestra Santísima Madre el Papá San Juan Pablo II dijo: «María santísima sigue siendo la amorosa consoladora suela dura de aquellos tocados por los muchos dolores físicos y morales que afligen y atormentan a la humanidad, ella conoce nuestros dolores y sufrimientos porque ella también sufrió desde Belén hasta el Calvario»
María es nuestra Madre espiritual y la madre siempre comprende a sus hijos y los consuela en sus problemas, ella ya tiene la misión específica de amarnos recibida de Jesús en la cruz, de amarnos para salvarnos. María nos consuela, sobretodo señalándonos al crucificado y al paraíso. Al honrar a Nuestra santísima madre como Nuestra Señora de los Dolores, demostramos gratitud y la honramos como la fiel discípula y ejemplo de fe en Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
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