Nuestra Señora de los Dolores, por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Al día siguiente que se celebra la exaltación de la Santa Cruz, se celebra a Nuestra Señora de los Dolores, es una devoción que viene desde muy antiguo; dos veces durante el año la iglesia conmemora los dolores de la Santísima Virgen, una en la semana de la pasión y también el 15 de septiembre.
La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, porque se instituyó en Colonia, Alemania y en otras partes de Europa hacia el siglo XV y cuando la festividad se extendió por toda la iglesia en 1727 con el nombre de los 7 dolores, se mantuvo la referencia original de la misa y del oficio de la crucifixión del señor.
En la edad media había una devoción popular por los cinco gozos de la virgen Madre, y luego se complementó con otra fiesta en honor a sus 5 dolores durante la pasión, más adelante las penas de la Virgen María aumentaron a 7 y no solo comprendieron su marcha hacia el calvario sino su vida entera.
Los Frailes servitas, desde 1233 se destacaron por su devoción por los sufrimientos de la Virgen María, al principio los servitas eran un grupo de amigos que optaron por vivir el evangelio ante la situación de caos y amistad que por esa época se vivía en Florencia, Italia.
Los cofrades tomaron el nombre de siervos de María porque el día de su fundación fue el día en que la iglesia celebra la asunción de la Virgen.
Poco tiempo después, el 13 de marzo de 1249 recibieron la aprobación del Papa Inocencio IV, adoptaron un hábito negro y la regla de San Agustín. Este es un caso único, porque es una orden religiosa fundada por siete personas y no por uno o dos fundadores.
Más tarde, hacia el año 1245 dejaron la ciudad para retirarse cerca de Florencia en el monte llamado Senario, en la cima de ese monte levantaron su morada definitiva, y una pequeña capilla dedicada a Santa María.
A pesar de vivir una vida austera y solitaria seguían recibiendo a numerosas personas que subían al monte para aprender de sus palabras y de sus obras y su fama creció y se les empezó a llamar los siervos de Santa María.
Como desde su fundación los servitas tuvieron particular devoción por los sufrimientos de María, se les autorizó para que celebraran una festividad en memoria de los 7 dolores el tercer domingo de septiembre de todos los años.
Los dolores que celebraban eran, el primero la profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús, segundo, la huída a Egipto con Jesús y José, Tercero, la perdida de Jesús en Jerusalen.
El cuarto, es el encuentro de Jesús con la Cruz a cuestas camino al calvario, quinto, la crucifixión y la agonía de Jesús.
En sexto lugar, la lanzada y recibida en brazos a Jesús ya muerto y séptima, el entierro de Jesús y la soledad de María.
En el tiempo han surgido otras devociones a los dolores de María y se han compuesto himnos con los que los fieles manifiestan su solidaridad con la Virgen Dolorosa. El viernes anterior al domingo de Ramos también se hace una conmemoración a la Virgen Dolorosa, festividad conocida popularmente como el viernes de los dolores.
El Papa Pio VII fijó esta fiesta de Nuestra Señora de los Dolores para el 15 de septiembre, un día después de la exaltación de la Santa Cruz. Siempre unidos Jesús y María porque ellos enseñan a llegar a Dios y con Dios ¡siempre ganamos!
