«Novena a Nuestra Señora del Socorro de Valencia», por María García de Fleury
Por: María García de Fleury
Comienza la novena en honor a Nuestra Señora del Socorro en Valencia, estado Carabobo, la primera imagen Mariana coronada canónicamente en Venezuela. Está cumpliendo 110 años desde que el papa Pio XII la mandara a coronar un 13 de noviembre de 1910. Una historia que se remonta a más de 400 años de devoción a la madre de Dios con el nombre de la que socorre a su pueblo, a su gente. Es una historia por demás interesante, pues los indios, los pardos y los esclavos que vivían en Valencia, fueron quienes solicitaron al Obispo de Caracas permiso para fundar una cofradía dedicada al Espíritu Santo.
Esto sucedía en el año 1616, el Obispo entonces era el monseñor Fray Juan de Bohórquez, y se les autorizó, la cofradía empezó a crecer en amor a Dios, en devoción y en número de fieles. Sin duda, el Espíritu Santo los fue guiando, haciéndoles ver que la virgen María es una pieza clave dada por Dios en el proyecto de salvación de la humanidad, al darle la misión excepcional de ser ella en quién se encarnara su hijo y así la constituyó en madre de Dios. Ella forma parte de la salvación y del misterio de la iglesia porque así lo quiso Dios. En el designio sobrenatural de la Santísima Trinidad, la obra de María comienza y termina en Dios, uno y trino.
Después de un tiempo de fundada la cofradía del Espíritu Santo, decidieron encargar una imagen de la virgen; en ese tiempo las imágenes eran todas encargadas y traídas de España. Encargaron una imagen de la virgen de la Dolorosa, porque tenían presente los sufrimientos de la gente y la seguridad de que ella ayudaba a sobrellevarlos, pero sorpresivamente de España llegó una caja con la Virgen del Socorro, y la virgen de la Dolorosa llegó al Perú.
Los valencianos acogieron la imagen de la virgen del socorro con gran devoción y de nuevo con gran fe llegaron a la conclusión de que este era el deseo de la madre de Dios. Para no confundirla la empezaron a llamar Virgen del Socorro de Valencia, por eso cuando los peruanos pretendieron cambiarla, los valencianos se negaron y existe la anécdota de nuestro poeta Andrés Eloy Blanco que dijo en ese momento “el pueblo de valencia dice: pueblo no cambia virgen”
Invoquemos el auxilio de nuestra madre amorosa, nuestra madre celestial en la advocación del socorro, en estos momentos en los que Venezuela y el mundo necesitan una profunda renovación espiritual, una intensa conversión moral familiar, conversión social, nacional, pues el alejamiento de Dios y el pecado es la fuente de las injusticias, la pobreza, la traición, las muertes injustas, las divisiones, la violencia, y necesitamos buscar la paz, la armonía, la defensa de la vida, el respeto.
Empezando la novena de Nuestra Señora del Socorro pongámonos bajo su protección convencidos de que si queremos ser felices tenemos que renovarnos espiritualmente, caminando agarrados de la mano de Dios, escuchando y cumpliendo su palabra, convencidos de que ¡con Dios siempre ganamos!