No le tengan miedo a los hombres
800 Noticias / Maholy Meneses
Jesús le dijo a sus apóstoles, «no tengan miedo a los hombres, porque nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse, lo que les digo de noche, díganlo en pleno día, y los que escuchen al oído, pregónenlo desde la azotea, no tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma, no teman al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo, no se venden un par de gorriones por unos cuartos y sin embargo ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga su padre que esté en el cielo, pues ustedes hasta los cabellos de la cabeza lo tienen contado. Por eso no tengan miedo. No hay comparación entre ustedes y los gorriones. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del Cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del Cielo.»
En estas palabras de Jesús encontramos que la primera razón para no tener miedo es saber que la verdad jamás podrá ser callada a pesar de los intentos de los enemigos. Desde que surgió la iglesia sus enemigos han tratado de silenciar el mensaje del evangelio.
Los discípulos de Jesús no le tuvieron miedo a las amenazas, sino que confiaron en Dios, a quien tenían que obedecer antes que a los hombres. Y desde entonces esta verdad se ha seguido proclamando, pese a los intentos de querer acallarla y destruir al cristianismo.
Su palabra se ha predicado aún en los tiempos de mayor persecución. Los hombres pueden provocar grandes males, incluso hasta quitar la vida, pero al alma nadie la puede tocar.
A todos los impíos y al mismo demonio y a sus ángeles caídos Les espera un terrible destino de castigo y tormento eterno. Sin embargo, a los fieles a Dios les espera una recompensa eterna que no tiene comparación a cualquier recompensa terrenal.
Jesús les promete a sus mensajeros que su fidelidad tendrá recompensa aquel día. El precio de dos codornices era de un cuarto, es decir, equivalía a la dieciséisava parte de un denario. No valían casi nada, pero con todo y eso, el Padre Celestial tiene cuidado de ella y ninguna cae en tierra sin que sea su voluntad.
Así la vida de los mensajeros del Rey de Dios está en sus manos a tal punto que hasta sus cabellos están contados y ninguno de ellos morirá si no es la voluntad de Dios. Por eso, Él les dice, no temas, más valen ustedes que muchos pajaritos.
El Evangelio recuerda que Dios está a nuestro lado, es nuestro apoyo en los momentos más difíciles. El miedo nunca debe dejarnos inmóvil, desesperanzados, porque el ser humano debe avanzar, debe tener la seguridad de que nunca le faltarán las fuerzas porque en la adversidad nunca está solo.
La fe en Dios crea personas resueltas, audaces, se abre más a la vida problemática y conflictiva de cada día. Anima para el compromiso.
Cuando un creyente escucha en su corazón las palabras de Jesús, no tengan miedo, se siente alentado por la fuerza de Dios para enfrentarse al enemigo como lo han demostrado tantos santos a lo largo de la historia.
Este es un evangelio que invita al optimismo, a la esperanza, a sabernos amados y siempre protegidos cuando somos fieles a Dios y somos capaces de declararlo frente a los demás con la certeza de que con Dios siempre ganamos.
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